Por: Antonio Díaz Herrera
Ciudad de México. – Activistas del Comité de Padres y Madres de los 43, que mantienen un plantón en la Plaza de la Constitución desde hace nueve días, retiraron las vallas metálicas y cruzaron el cerco de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana que impedían el acceso a la calle de Moneda, para posteriormente romper vidrios de las ventanas de Palacio Nacional y destruir una de las puertas del recitó, utilizando para ello como ariete un vehículo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Con esta acción, realizada cuando el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ofrecía en el Salón Tesorería su conferencia de prensa, los Normalistas buscaban que el mandatario reinstale la mesa de diálogo con su comisión, para continuar con el análisis de diversas líneas de investigación sobre la desaparición forzada de sus compañeros, registrada el 26 y 27 de septiembre de 2014, en la ciudad de Iguala, Guerrero.
Quienes participaron en la protesta, en su gran mayoría mantuvieron el rostro cubierto para evitar ser identificados; portaban resorteras con las que rompieron vidrios y agredieron a los elementos de la Policía Militar que se encontraban del otro lado de la puerta y a quienes también despojaron de sus escudos.
Sobre la pared de Palacio Nacional, realizaron pintas en las que solicitaban reinstalar el dialogo con el presidente y corearon consignas expresando: ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!
En respuesta a la protesta, el presidente ofreció que el subsecretario de Derechos Humanos, Planeación y Migración de la Secretaría de Gobernación, Félix Arturo Medina Padilla, los atienda, rechazando con ello la exigencia de los manifestantes, ya que dijo: “Yo estoy analizando y conduciendo todo porque lo que me importa es encontrar a los jóvenes.
Y ya la actitud, no de los padres, sino de los asesores y de las organizaciones que supuestamente defienden derechos humanos, es una actitud, en el mejor de los casos, política, muy de confrontación en contra nuestra; o sea, de provocación, y nosotros pues no queremos para nada la confrontación”.
Además, envió un mensaje a los Padres y Madres de los 43, indicando que: “estamos dedicados y estamos avanzando mucho en la investigación, pero lo que sucede es que están siendo manipulados por el grupo que encabeza Álvarez Icaza, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, grupos conservadores de derecha apoyados por gobiernos extranjeros, que lo que quieren es hacernos daño políticamente hablando”.
Asimismo, el presidente remarcó que, su administración continúa realizando investigaciones y que calcula que en unos 20, 15 días más tendrá avances. “Quiero tener más pruebas —porque quiero hablar con ellos—, y pruebas de cómo se manipuló la investigación para proteger a cierta gente, la responsabilidad que tienen los abogados de ellos y los supuestos defensores de derechos humanos, los del Prodh y de otras organizaciones, y cómo están vinculados con Álvarez Icaza y con la OEA. Y lo que quieren no es que lleguemos a conocer la verdad y que se haga justicia, sino ya lo tienen como una bandera en contra de nosotros”.
Enfatizó también que, su administración está trabajando todos los días en la búsqueda de los jóvenes, pero que por el momento no les quiere dar información porque ya no les tiene confianza a los asesores, “no les tengo confianza, y tengo elementos para sostener que no les tengo confianza porque ellos ayudaron a dejar libres a quienes, tengo pruebas, participaron en la desaparición de los jóvenes”.
Aseguró que, quienes se encuentran en plantón frente a Palacio Nacional, forman parte de un movimiento en su contra, que llevan como una semana, que fueron a Gobernación y rompieron vidrios, y que ayer en la Lotería Nacional también protestaron. “O sea, es un plan de provocación clarísimo, y entonces nosotros pues no vamos a caer en ninguna provocación”.
Para concluir López Obrador, pidió no preocuparse por la puerta destruida, porque eso se arregla y no hay ningún problema. “Pero lo que quieren es provocar”, insistió.
Al dar por terminada su protesta, los activistas se reintegraron al plantón.