Por: Carlos Blanco López
A la educación en México el gobierno federal morenista le ha dado un manejo más político que enfocado en mejorar la calidad de la educación con el propósito de mantener tranquilo al numeroso gremio de los trabajadores de este sector.
Por esa razón en su último informe de gobierno el presidente López Obrador mencionó como uno de sus principales logros el incremento de un 21 por ciento en el salario que han obtenido los docentes en lo que va de su mandato y presumió que durante su gestión no ha habido paros y suspensión de actividades.
Pero no pudo vanagloriarse de haber puesto en marcha nuevos planes y programas de estudio para el nivel básico, cuyo programa piloto no se pudo implementar en las últimas semanas como resultado de las presiones que ejercieron diversas agrupaciones que alegaban, entre otras cuestiones, que no se podía poner en marcha ninguna prueba piloto sin la aprobación de nuevos libros de texto gratuito. Y tienen toda la razón.
Cierto no se han registrado paros y suspensión de actividades pero eso es una verdad a medias, porque se han registrado caravanas magisteriales y numerosos plantones frente a Palacio Nacional por parte de trabajadores de la educación, en distinto tiempos, por parte de maestras y maestros de las secciones centistas de Chiapas, Michoacán y Guerrero, que entre otras cuestiones, han exigido la reanudación de los encuentros entre el presidente López Obrador y la Comisión Nacional Única de Negociación de la CNTE, suspendidas desde finales del 2019.
En estos momentos se registra un plantón de maestros en la plaza de la Constitución de la CDMX por parte de integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de la sección 14 de Guerrero, que solicitan la derogación de la Ley de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM), la regularización de claves, retabulación salarial y la basificación de docentes.
También exigen la incorporación de los trabajadores al Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (FONE) y la renovación de todas las prórrogas de nombramientos de maestros.
Es previsible que en los próximos meses el gobierno federal morenista reformule la política que ha implementado de oídos sordos ante las exigencias de diversos contingentes de la CNTE conforme se vaya acercando el 2024 y requiera de volver a sostener un trato aterciopelado con el magisterio disidente de la CNTE para garantizar que los simpatizantes de la Coordinadora no volteen a ver con simpatía al candidato presidencial que postule la oposición. Así las cosas.