Carta de la maestra Nancy a su ex esposo Hugo Chávez, le dice traidor.

Por: Carlos Blanco López

Entre el magisterio nacional hay algunos dirigentes, sobre todo entre la disidencia, que le guardan una profunda admiración al ex presidente de Venezuela Hugo Chávez, fallecido en marzo del 2013. Once años después, el 23 de abril, falleció su primera esposa, la maestra Nancy Colmenares.

Un gran amigo de ella, José Antonetti, a propósito de la muerte de la profesora Nancy, escribió lo siguiente en Twitter: “Leo que falleció Nancy Colmenares, ex esposa de Hugo Chávez y de inmediato aparecen expresiones de odio y burla hacia ella. No recuerdo que estuviera involucrada en algún escándalo y se divorció mucho antes de que Chávez fuera presidente. Le toca descansar, a los odia todo, no”.

Ante el fallecimiento de la maestra Nancy Colmenares, en las redes sociales circuló una carta que ella le escribió al presidente de Venezuela Hugo Chávez, horas después de que se anunció la muerte del controvertido mandatario venezolano, de la cual reproducimos a continuación algunos párrafos textualmente. Algunos coincidirán con lo dicho por la maestra, otros no, aunque al final de cuentas la historia lo juzgará:

 “No quiero que te marches de esta vida sin antes despedirnos, porque has hecho un mal inmenso a mucha gente, has arruinado a familias enteras, has obligado a legiones de compatriotas a emigrar a otras tierras, has vestido de luto a incontables hogares, a los que creías tus enemigos los perseguiste sin cuartel, los encerraste en ergástulas que no lo merece ni un animal, los insultaste, los humillaste, te burlaste de ellos, no solo porque te creías poderoso, sino inmortal… porque el fin de los tiempos no era contigo.

Olvídate del cuento de los pobres, ahora hay más pobres que cuando llegaste al poder, olvídate de justicia e igualdad cuando prácticamente le entregaste el país a una fuerza extranjera que ahora tendremos de desalojar a la fuerza y a costas de más vidas.

Tengo la leve impresión que ahora sabes que te equivocaste, creíste en un cuento de camino y te creíste revolucionario, y por ser revolucionario… inmortal, convocaste a tu lado a los muertos, a tus héroes, a esos fantasmas que también creíste con vida, a Bolívar, al Che, a Fidel, al Marx que nunca conociste y que recomendabas su lectura… el andar con muertos te llevó a la magia y a los babalaos, te metiste a jurungar tumbas, y a ofrendarle a una corte de demonios y malos espíritus que ahora te acompañan…

¿Sientes su presencia en el cuarto? Vienen a cobrar, a recoger lo único que tenía valor en tu vida y que tan malamente apostaste por la oscuridad y el mal, tu alma.

Bueno, me despido, solo quería que supieras que pasarás a la historia como un traidor y un cobarde, que no rectificaste cuando pudiste, te dejaste llevar por tu soberbia, por tus ideales, por tu ideología renunciando a los más preciado, a tu libertad y a la libertad de los otros, y la libertad nos hace humanos.

El Socialismo solo funciona en dos lugares: en el Cielo, donde no lo necesitan, y en el Infierno, donde ya lo tienen”.

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