CCL de Sección 36 del SNTE denuncia prácticas antidemocráticas, corporativas y clientelares de la corriente institucional

Estado de México. – Este día, el Consejo Central de Lucha de la Sección 36 del SNTE de la Región Oriente, emitió un comunicado en el que critica a la corriente institucional por continuar con sus prácticas antidemocráticas, corporativas y clientelares, para ello expone dos ejemplos, describiendo lo siguiente:

Si alguien imaginó que, de un día para otro, los charros del SNTE modificarían sus prácticas verticales, antidemocráticas, corporativas y clientelares; la realidad nos demuestra que el charrismo sindical sigue intocable, tolerado, inmutable y fortalecido por las leyes burguesas y por el presidente en turno.

Como muestra, exponemos dos ejemplos del actuar del charrismo sindical enquistado en la Sección 36 del SNTE quienes…

  1. Han ordenado que las autoridades educativas y representaciones sindicales recaben con los padres de familia y trabajadores de la educación copias de las credenciales del INE y sus respectivas firmas para apoyar la iniciativa presidencial de revocación de mandato propuesta por AMLO, la cual, para que sea aprobada requiere de por lo menos, el 40 % de las personas inscritas en el padrón electoral.
  • Promueven un acarreo masivo al zócalo de la CDMX para el 1° de diciembre para apoyar la concentración por los tres años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador y al más viejo estilo corporativo de los charros del SNTE, “regalaron” uniformes deportivos para que en este acarreo sea visible el contingente de la Sección 36.

Lógicamente, que estas acciones chocan y contrastan totalmente con el discurso y la retórica tanto de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) como de los charros del SNTE de que ya se habían acabado las políticas corporativas, puesto que ya había llegado la “democratización” a los sindicatos nacionales y todo cambiaría; pero, ahora los charros del SNTE han sellado su alianza política con AMLO y marchan de la mano para concretar la Reforma Laboral-Educativa y seguir agrediendo los derechos de los trabajadores.

Como es conocido, la firma del T-MEC en el año 2018, obligó al gobierno mexicano a la reforma a la Ley Federal del Trabajo y la ratificación del Convenio 98 de la OIT sobre la libertad y democracia sindical; La nueva Ley Federal del Trabajo, obligaba a los sindicatos a realizar adecuaciones estatutarias dentro de un plazo máximo de 240 días a partir del 1° de mayo de 2019.

En su reconfiguración, el charrismo sindical en varios sindicatos ha adaptado sus estatutos para no perder el control de las direcciones, lo cual ha sido permitido por la Secretaría de Trabajo, aceptando estas marrullerías legales, así, ambas partes se benefician: los charros sindicales legitiman la reforma laboral y apoyan la supuesta “democratización sindical”, mientras que las autoridades gubernamentales cumplen con los compromisos impuestos por sus amos imperialistas con la firma del T-MEC.

En la farsa de la “democratización” del SNTE, los charros jefaturados por Alfonso Cepeda Salas, elaboraron el Reglamento para la Elección de Directivas Seccionales, con esta simulación, el charrismo sindical evita la reforma a los Estatutos, y diseña toda una estrategia para controlar totalmente el proceso electoral, para tal efecto, impone el Comité Electoral, que entre sus facultades están: emitir la convocatoria; establecer las reglas del proceso; aceptar o rechazar a las planillas contendientes; resguardar las boletas electorales antes, durante y después del proceso electoral; calificar la votación; suspender las asambleas si así lo determina el presidente electoral; publicar los resultados; anular el derecho a réplica, etc. Por consiguiente, el reglamento para las elecciones de las nuevas representaciones seccionales del SNTE, no garantiza la más mínima democracia sindical.

Bajo estas condiciones, será imposible arrebatarles la organización sindical a los charros del SNTE, por eso, es iluso e ingenuo pensar que se puede derrotar a los charros bajo sus reglas y condiciones; sin embargo, sabemos que hay individuos y organizaciones que usan estos procesos para justificar su política conciliadora y puedan incorporarse a los Comités Seccionales bajo la canonjía de la proporcionalidad. De esta forma, sólo se fomenta la confianza en la legalidad burguesa y en un presidente de la República que no es congruente en su discurso ni práctica, a pesar de lo que diga en sus arengas mañaneras.

Con las Asambleas Electivas Delegacionales, se cancelará el análisis y debate sobre los males que aquejan a los trabajadores de la educación, pues sólo se llamará a los asalariados a votar, de la misma manera que en las elecciones periódicas para la renovación de los tres niveles de gobierno. Con ellas, el charrismo pretende legalizar y legitimar un proceso que desde su origen es antidemocrático, pero le permitirá afianzar su control.

Los trabajadores de la educación están conscientes de que, en sus 78 años de existencia, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), ha demostrado que no es un sindicato sino una corporación fascista de la burguesía y su Estado. Qué No representa a los trabajadores. Pues siempre ha sido un instrumento de control y sometimiento de los trabajadores de la educación. Y, por ende, ha subordinado la organización sindical a los intereses de la Patronal apoyando y defendiendo su política laboral y educativa en todos los tiempos.

Uno de los objetivos estratégicos de la CNTE, es la Democratización del SNTE, por ello debe profundizarse la lucha ideológica al interior del SNTE para conquistar a las bases hacia la posición clasista del sindicalismo, desarrollando la conciencia de clase en los trabajadores de la educación, combatiendo la línea burguesa del corporativismo representado por el charrismo sindical y se generen las condiciones organizativas para que con la movilización de las masas, se arrebate al charrismo sindical el control que tiene de la estructura sindical.

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