Ciudad de México. – A través de un comunicado firmado por su presidente, monseñor Rogelio Cabrera López, y por el responsable de la dimensión educativa, monseñor Alfonso Cortés Contreras, informa que luego de analizar los Libros de Texto Gratuitos, así como el Plan de Estudio y los Programas Sintéticos publicados que serán utilizados el próximo ciclo escolar 2023-2024, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) lanzó una serie de consideraciones e hizo un llamado al diálogo y a la apertura en un clima de respeto, prudencia y discernimiento.
La CEM afirmó que, aunque los libros de texto son importantes para la educación de los niños, no hay que perder de vista que sólo son materiales auxiliares en el proceso educativo.
“La educación se lleva a cabo siempre en el encuentro entre personas: sólo la persona educa a la persona. No minimizamos la importancia de dichos materiales, sin embargo, para implementarlos y cumplir su finalidad se requiere la participación activa de los padres de familia, de los directivos y, por supuesto, de los maestros”.
Por ello, la Iglesia en México dio a conocer una serie de consideraciones, entre las que destacan:
1. El gran déficit es la formación y capacitación de docentes. – Hoy, frente al nuevo ciclo escolar, el gran déficit es la formación y capacitación de los docentes y directivos. Confiamos en que, con los planes sintéticos, el logro de acuerdos, el análisis, así como la flexibilidad institucional, se abran caminos a la generosidad, el diálogo y la respuesta específica a los educandos. Aplaudimos las medidas subsidiarias de algunas Entidades Federativas, que están generando materiales para la lecto-escritura y las operaciones matemáticas básicas.
2. Propuestas, más que protestas. – Es evidente que se ha desaprovechado una valiosa oportunidad para responder creativamente al rezago educativo a causa de la Pandemia Covid-19, con la participación de todos los sectores del País. No perdamos la esperanza, impulsemos con alegría y generosidad, nuevos esfuerzos permanentes y sostenidos que salgan al encuentro de los más vulnerables, en este nuevo ciclo escolar. La esperanza se finca en las propuestas y las acciones de bien, más que en una protesta aislada.
3. No se siguió lo establecido en el marco legal. – Hemos escuchado la demanda de muchos sectores de la sociedad que manifiestan su preocupación por el hecho de que no se siguió lo establecido en el marco legal, que mandata la participación de los distintos implicados en la educación comenzando por padres de familia, los maestros y demás voces expertas, entre otras irregularidades. Confiamos en que estas limitaciones jurídicas, no sean un obstáculo insalvable para continuar fortaleciendo los procesos educativos de cada comunidad escolar, desde dentro. Asumamos la corresponsabilidad educativa, participemos con generosidad, ejercitemos nuestros deberes y derechos, propositivamente.
4. No destruir los libros, mejor corregir y mejorar. – Es evidente la improvisación y confusión en muchos componentes de la versión ahora presentada de los LTG. No obstante, confiamos en la labor que desempeñan en el aula los maestros, quienes con su formación, experiencia y comunicación con los padres de familia podrán rescatar los elementos valiosos para sus alumnos. De ninguna manera podemos compartir los criterios de destrucción de los materiales educativos, sino de corrección y mejoramiento.
5. Sobre la educación sexual. – Al igual que se ha hecho en otros sexenios, prevalece una visión biologicista y mecanicista del ser humano. Afirmamos que una verdadera educación pide una concepción integral del ser humano que reconoce, al mismo tiempo, el cuerpo y el espíritu, su dimensión histórica y trascendente, individual y comunitaria, entre otras características esenciales. Por supuesto, creemos que es necesario enseñar sexualidad en las escuelas, sin embargo, debe hacerse con gradualidad, de acuerdo a la edad y madurez de los educandos desde los ángulos humanistas, tal y como lo propone la Nueva Escuela Mexicana, en sus campos formativos e interdisciplinarios y no en asignaturas aisladas.
6. Dejar a un lado los aspectos ideológicos. – La educación debe centrarse en la formación de toda la persona, a partir del conocimiento científico que se tiene de ella, dejando a un lado los aspectos ideológicos. El giro pedagógico presente en los LTG debe ser expuesto, dialogado, con sus fundamentos teóricos y prácticos.
Por último, en el comunicado, la Iglesia en México llamó a todos los involucrados a ser un ejemplo para “todos los niños, adolescentes y jóvenes, de que somos capaces de construir un diálogo fecundo, sereno y solidario, por el bien de nuestro País”.