Del SNTE, elbistas y demagogia

Por: Carlos Blanco López

Entre las diferentes fuerzas políticas que interactúan al interior del SNTE la demagogia es la constante, empezando por la narrativa que se maneja desde la dirigencia nacional, pasando por el discurso que sueltan las agrupaciones elbistas parapetadas en las organizaciones que han creado para hacer acto de presencia entre el magisterio, como el denominado Movimiento Nacional por la Transformación Sindical (MNTS) o Maestros por México.

A las pruebas hay que remitirse, al participar en el Foro para revisar el Programa de Escuelas de Tiempo Completo, organizado por la Cámara de Diputados, José Luis Pérez Márquez, integrante del Colegiado Nacional de Asuntos Laborales del CEN del SNTE, propuso que todas las escuelas de educación básica del país “sean incluidas en la extensión del horario”, de tal modo que la jornada escolar pase de 6 a 8 horas para favorecer las oportunidades de aprendizaje de los alumnos.

Aunque proponer no empobrece, resulta ilógico que el SNTE se involucre en ese manejo discursivo cuando sabe de antemano, perfectamente, que el gobierno de López Obrador, basado en su política de austeridad republicana, ha cancelado múltiples programas en la SEP, entre ellos el de tiempo completo, y que si bien ha accedido por las intensas presiones sociales y por cuestiones político electorales, a que un porcentaje del programa la Escuela es Nuestra se entregue a los padres de familia para la compra de alimentos y pague a los maestros que participen en el horario extendido, de ninguna manera el presidente López Obrador va a autorizar que la SHCP aporte una extraordinaria y jugosa partida presupuestal para que más de un millón y medio de maestros participen en un horario extendido.

Mientras que por su lado las agrupaciones creadas por el elbismo, como el MNTS, que encabeza Ricardo Aguilar Gordillo, y la denominada agrupación Maestros por México, concentraron fuerzas y uniformaron su discurso demagógico en Zacatecas para demandar a la secretaria de Educación estatal, que desconozca a la secretaria General de la sección 34, Soralla Bañuelos de la Torre, porque la prorroga que le otorgó el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje concluyó el primero de mayo del presente año.

Si a los grupos elbistas les preocupara verdaderamente que las relaciones entre los trabajadores y la patronal se realizaran ajustadas a la ley en todos los comités seccionales, cuyo periodo de gestión culminó hace meses, pues entonces que también le demanden, por ejemplo, a los gobiernos de Oaxaca y de Chiapas, que desconozcan a las dirigencias de las secciones 22 y 7, respectivamente, como interlocutores del magisterio en esas entidades, porque también ya culminaron su periodo de gestión.

El caso es que los elbistas concentran su discurso marrullero a favor de sus intereses político sindicales de grupo, y por ello orientan sus baterías contra Soralla Bañuelos para tratar de descalificarla, porque bien saben que es la abogada del SNTE, brazo político preferido de Alfonso Cepeda Salas, y la más viable candidata a la secretaria general del CEN de SNTE en el 2024.

Los elbistas tratan de confundir al magisterio zacatecano, haciéndose aparecer como adalides del respeto a la normatividad sindical para ganar simpatizantes entre los trabajadores de la educación de dicha entidad con el propósito de reposicionarse políticamente, de tal modo que cuando aparezca la convocatoria para renovar el comité seccional de la 34, puedan presentar una planilla que cuente con el apoyo de un amplio apoyo de trabajadores para derrotar al candidato afín a Soralla Bañuelos.

Habrá que estar al pendiente de lo que acontezca en la próxima renovación de la sección 34, pese que a la fecha los elbistas no han ganado en ninguna de las contiendas seccionales efectuadas en los últimos meses.

Pero también los elbistas buscan generar un conflicto magisterial en la tierra que gobierna David Monreal, para contribuir a seguir erosionando la imagen del líder de la dinastía de esa familia, el senador Ricardo Monreal, quien acaba de declarar: “No soy parte del club, pero tampoco soy corcholata, soy un hombre libre, soy un hombre con autonomía en mis opiniones, soy un hombre consciente de lo que está pasando en el país y soy un hombre que sueña con la unidad de los mexicanos”.

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