¿El elbismo  se debilita?

En sus inserciones pagadas en la prensa el pasado fin de semana, en lo cual está en su justo derecho, el elbista Movimiento Nacional por la Transformación Sindical (MNTS), dio a conocer la versión de que el sábado pasado verificó en un auditorio de la colonia del Valle, de la ciudad de México, su Asamblea Nacional de Bases en la que 3 mil delegados de los 32 estados de la república demandaron un “SNTE renovado, democrático, equitativo, paritario, justo, digno, moderno, transparente y autónomo, así como una profunda reforma estatutaria”.

Al evento se evito invitar a los representantes de los medios de comunicación para que no constataran el verdadero poder de convocatoria de dicho movimiento.

De acuerdo con su versión durante el evento los delegados aprobaron por unanimidad los estatutos, reglamento, los ejes democráticos y el ideario del Movimiento que lleva más de tres años de trabajos “ininterrumpidos”.

Eso de los tres años de trabajos “ininterrumpidos” está por verse, porque no hay testimonios, cuando menos periodísticos, de que así haya ocurrido. Entre las primeras agrupaciones elbistas que aparecieron después de que la maestra salió del reclusorio en agosto del 2018, sobresalió primero Maestros por México, encabezado por el jalisciense Tomás Vázquez Vigil, exsecretario de la sección 16 y exsecretario general del CEN del SNTE, de 1998 al 2000, y en forma posterior irrumpió en el escenario, en los primeros meses del 2020, de forma fugaz, el Movimiento Nacional por la Democratización de SNTE, pero tan solo para bloquear las vías del tren en Puebla y Veracruz, , liderado a trasmano por el hidalguense Moisés Jiménez Sánchez, exsecretario general de la sección 15. Al difuminarse el MNDSNTE, es cuando aparece el MNTS.

Al margen de los tiempos en que entró en operaciones el denominado MNTS que encabeza el chiapaneco Ricardo Aguilar Gordillo, lo que al final de cuentas tan solo evidencia el desapego de los elbistas para hablar con la verdad, llama la atención que los dirigentes del MNTS realizaron su Asamblea Nacional de Bases, por un lado, dentro del contexto en que la dirigencia nacional del SNTE está verificando la renovación de varios comités seccionales, y por el otro, a 72 horas de que el Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial de la Federación, anuncie finalmente si las Redes Sociales Progresistas pierden o no el registro como partido político.

En esto hay que observar que en la narrativa que manejaron los distintos actores que participaron en el evento sobresalió la demanda de acabar con la “simulación” que se vive en el SNTE, sin aportar evidencias, y el testerazo que le propinaron a la secretaria de Educación, Delfina Gómez, cuando llamaron a terminar con la “modorra educativa”.

Desde luego que no cuestionaron acremente el proceso de renovación que se vive en el SNTE, quizá porque ya se percataron que el dirigente nacional del sindicato, Alfonso Cepeda Salas, cuenta con el aval de Palacio Nacional, no en vano en algunos de esos eventos electivos hizo acto de presencia el presidente del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, Placido Humberto Morales Vázquez, para atestiguar que se hicieron conforme al Reglamento de elecciones del SNTE.

De Morales Vázquez hay que tener presente que asumió el cargo como magistrado presidente del TFCA en abril de 2019, en una ceremonia encabezada por la entonces secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.

De todos modos los directivos del MNTS se mantienen activos por varias razones, entre ellas: para demostrar ante el presidente López Obrador que los simpatizantes de Elba Esther Gordillo siguen haciendo trabajo político colectivo, que les interesa y preocupa lo que se vive en el SNTE, que la orientación de la educación es un tema que no van a soltar, y actualmente, sobre todo, presionan a quien tienen que presionar para que desde el poder gubernamental se maniobre para que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, no determine mañana que el partido Redes Sociales Progresistas (RSP), pierda el registro como partido político.

Corolario: el grupo compacto elbista todavía no ha claudicado y se prepara para jugar un rol en las próximas elecciones del 2022 en que se renovarán 6 gubernaturas. Al lado de cuál partido; eso todavía no se sabe…

A todo esto, hay que observar que, si bien el grupo compacto elbista prefirió no aportar evidencias sobre lo que califica como un proceso de simulación en el SNTE, hoy en su entrega periodística el coordinador editorial de La Jornada, Luis Hernández Navarro, un profundo conocedor del movimiento magisterial, expuso que las elecciones que se viven en el SNTE son una “pantomima”.

Puntualiza que si bien con “los gobiernos del PRI y PAN, el SNTE echó siempre mano de su costal de mañas para evitar la democratización del sindicato. Los casos de Nuevo León, Sinaloa, Tlaxcala y Baja California muestran que lo mismo sucede ahora. Llueve, truene o relampaguee, el ejército intelectual de la 4T no va a permitir que los maestros de base decidan el destino de su organización”.

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