Por: Carlos Blanco López
“Por qué quiere volver Elba?”, así titula su entrega de este día el columnista del Universal Salvador García Soto, para tratar de explicar algunas de las causas que pudieron haber motivado a la maestra a ofrecer recientemente una entrevista a la Silla Roja de El Financiero.
En términos generales considera que Elba Esther Gordillo sabe que “se aproximan los tiempos del ocaso presidencial con la sucesión presidencial en marcha y busca reposicionar su imagen en busca de apoyar el proyecto político de Marcelo Ebrard, quien siempre fue uno de sus tres muchachos consentidos junto con Moctezuma y Jorge Castañeda”.
Pero la narrativa del periodista va más allá de ofrecer una explicación sobre las causas que motivan a la chiapaneca a incursionar nuevamente en la política “cuando se acerca el fin del sexenio”, y se circunscribe a transmitir dos mensajes velados.
En el primero la ex lideresa magisterial se vale del periodista para recordar que está en libertad de actuar y sostener alianzas con quien ella quiera, en este caso con Marcelo Ebrard, aunque en el equipo de Claudia Sheinbaum no vean esto con buenos ojos.
Para darle mayor validez, justificación, al accionar de la maestra, el periodista recuerda que el propio presidente López Obrador fue quien dijo en una ocasión que la ex lideresa magisterial está en “todo su derecho de regresar a la política. Nosotros no vamos a decirle a nadie si puede o no participar, pero cada quien debe asumir su responsabilidad social”.
Lo central de este mensaje se aprecia cuando el periodista menciona que al principio del sexenio Elba Esther Gordillo fue frenada en dos ocasiones, en primera cuando intentó hacer una bioserie sobre su vida “apoyada por el productor Pedro Torres y Hugo Scherer, a quienes les pidieron desde Palacio Nacional que no se involucraran en ese proyecto”, y en segunda cuando no vieron con buenos ojos su intento por crear el partido Redes Sociales Progresistas.
Hay que poner especial atención en el tema de la bioserie y/o la película de su vida, que no es otra cosa que la amenaza que Elba Esther ha venido manejando desde el principio del sexenio de proyectar en la pantalla grande, Netflix o Amazone, todo lo que sabe sobre las irregularidades en las que se ha visto involucrada para apoyar a funcionarios y líderes de las diversas fuerzas partidistas, sin hacer a un lado, es de imaginarse, algunos detalles relacionados con el historial político de Andrés Manuel López Obrador.
Si no, entonces por qué López Obrador hace hasta lo que no para evitar que se produzca dicha bioserie; obvio, está consciente de que puede salir manchado. Incluso, no hay que descartar que, gracias a un trabajo de inteligencia, el jefe del Ejecutivo ya tenga en sus manos las historias que se narran en el guion de la bioserie de Elba Esther Gordillo, y por eso con su dedito dice no a la película.
Pueden arribar a un arreglo para que todo lo negativo que se narra en el guion sobre la carrera política de López Obrador quede fuera, a cambio de que a Elba Esther Gordillo se le permita desenvolver con toda libertad en el terreno político, en particular en la campaña de Marcelo Ebrard.
Y se negocie que Claudia Sheinbaum evite descalificar a Marcelo Ebrard tomando como pretexto el respaldo que recibe de la desprestigiada ex dirigente magisterial.
El segundo mensaje o más bien el misil, se orienta hacia el embajador de México en los Estados Unidos, Esteban Moctezuma Barragán, cuando el periodista señala que el entonces secretario de Educación intentó infructuosamente que el presidente López Obrador recibiera a la ex lideresa magisterial para que la escuchara, al mismo tiempo que el primer mandatario mejor optó por fortalecer el liderazgo de Alfonso Cepeda Salas.
Con esa dictada versión el periodista trata de erosionar la respetable imagen que generó Esteban Moctezuma entre el magisterio nacional por su desempeño al frente de la SEP.
Durante su trayecto como secretario de Educación lo único que recibió Esteban Moctezuma de parte del grupo compacto elbista fueron ataques a su trabajo a través de las redes sociales, lo que de suyo revelaba el distanciamiento que prevalecía y se ahondaba entre Esteban Moctezuma y la ex presidenta del CEN del SNTE.