Elba Esther y el dardo envenenado contra Sheinbaum

Para entender descifrar o dar seguimiento puntual a la movilidad del poder político lo básico es revisar la prensa donde proyectan y exaltan su protagonismo en diversos eventos públicos, y no en pocas ocasiones difunden a través de columnistas ataques velados o de manera abierta contra sus contrincantes para desgastar su imagen o trastocar sus alianzas, entre toda una serie de múltiples objetivos.

Una prueba de esa estrategia mediática perversa se pudo observar el pasado 15 de noviembre cuando el periodista Darío Celis del Financiero difundió la versión de que el ex director del jurídico de la Presidencia de la República, Julio Scherer Ibarra, había sido visto cuando entraba en punto de las 10:30 de la mañana al “famoso edificio de Campos Elíseos” para “ver a la histórica líder del magisterio”, profesora Elba Esther Gordillo.

De acuerdo con la versión del periodista la consigna de Julio Scherer es construir la imagen y posicionar en el más alto nivel de recordación a Claudia Sheinbaum, y esto lo mencionó para que el lector arribara a la conclusión de que la plática entre ambos personajes había girado en torno a las aspiraciones presidenciales de la jefa de Gobierno de la CDMX y a la posibilidad de establecer una alianza.

Los comentarios iban con dedicatoria directa para el principal huésped de Palacio Nacional con la idea de que el presidente López Obrador empiece a poner en duda la lealtad de su candidata preferida para sucederlo en el cargo en el 2024, por su presunto acercamiento con la desacreditada maestra que en el 2006 colaboró en el fraude electoral que le arrebató el triunfo al ahora presidente de la república.

Pero como el jefe del poder ejecutivo federal no es un parvulito en política no hay que descartar que entre otras cosas haya imaginado que el comentario del periodista pudo haber salido del círculo cercano de la ex lideresa magisterial con la intención de erosionar la imagen de la jefa de Gobierno de la CDMX, que ya se encuentra placeándose como precandidata presidencial; y con ello favorecer a su eterno preferido el canciller Marcelo Ebrard.

Otro dato que hay que observar es el deliberado error de manejar que el encuentro se dio en el “famoso edificio de Campos Elíseos”, siendo que en todo caso el edificio “famoso” de la ex presidenta del CEN del SNTE se ubica en la calle de Galileo 7.

El hecho de anotar de manera equivoca y a propósito dicho domicilio motiva a pensar en que el autor intelectual del texto publicado por Darío Celis buscó que la clase política interpretara que el texto es una verdad a medias, pero que algo hay acerca de un posible acercamiento entre Julio Scherer y Elba Esther.

El hecho es que el texto de Darío Celis tiene un cierto tufo gordillista.

Esta apreciación toma mayor consistencia cuando días después Wenceslao Vargas Márquez, articulista del diario digital “Profelandia”, retomó la información del encuentro de Julio Scherer y Elba Esther, e “imaginó” lo que la maestra le pudo haber contestado al ex director del jurídico de la presidencia: “va mi apoyo a lo que propone a cambio de elecciones nacionales en el SNTE. Dígale eso a quien lo envió”.

No hay que descartar la posibilidad de que Vargas Márquez haya sido correa de transmisión, para que en Palacio Nacional evalúen diversos escenarios sobre la posible participación de Elba Esther Gordillo, con la estructura y los millonarios recursos del SNTE, en las elecciones presidenciales del 2024 en apoyo a Claudia Sheinbaum.

Empero en contra de los sueños por recuperar el SNTE se tiene el precedente de que su experiencia político electoral va en declive y que la mejor prueba de ello es que sus Redes Sociales Progresistas perdieron el registro nacional en las pasadas elecciones intermedias.

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