Por: Carlos Blanco López
Hoy trascendió que en los pasillos de la SEP circula la versión de que el SNTE enfrenta un desfalco de 10 mil millones de pesos en el fideicomiso de pensiones de maestros retirados.
Este trascendido lo reporta el diario digital “LaPolíticaOnLine”, en donde se asegura que en el gobierno “se advierte que el quebranto del SNTE supera los 10 mil millones de pesos y se señala a los dos históricos operadores financieros de Alfonso Cepeda: Juan Pablo Carranza y Antonio Dávila. El primero ha incursionado en el sector financiero al frente de una Sofom y, según fuentes sindicales, en los últimos años tiene una vida de lujos y excesos, que alcanzan incluso a una propiedad en la calle Rubén Dario, en Polanco”.
Toda esta información sobre el supuesto desfalco en el SNTE trasciende dentro del contexto en que los diversos grupos político magisteriales que interactúan en esta organización magisterial se están alineando a determinado precandidato presidencial de Morena.
De los gordillistas se sabe que se están sumando al canciller Marcelo Ebrard, mientras que del grupo afín a Alfonso Cepeda se asegura que respaldan a la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, por lo que no habría que descartar que el “trascendido” del desfalco en el SNTE salió del grupo compacto de la ex lideresa magisterial Elba Esther Gordillo.
En otro orden, la Secretaría de Educación Pública y los integrantes del Consejo Nacional de Autoridades Educativas (Conaedu) acordaron la instalación del Grupo de Coordinación y Seguimiento para la Convocatoria Nacional “Vamos todas y todos por la educación”, que entrará en funciones en el siguiente ciclo escolar.
Entre las prioridades de dicho grupo de trabajo se establece la tarea de promover el regreso a las aulas de los alumnos de educación básica y bachillerato que abandonaron la escuela durante la pandemia de covid 19, sin embargo, las autoridades educativas no han informado hasta el momento los resultados del Sistema de Alerta Temprana que supuestamente se aplicó en el ciclo escolar 2021-2022 para incorporar nuevamente a las aulas a los 5.2 millones de alumnos que desertaron por la pandemia.
Al iniciar el presente ciclo escolar la organización Educación con Rumbo dio a conocer que a nivel nacional la ciudad de México ocupaba el primer lugar en abandono escolar, con más de 93 mil alumnos. “Le siguen Puebla, Estado de México, Veracruz y Guanajuato”.
Algo no anda funcionando bien en el sistema educativo nacional en tanto que lo viable, lo sensato, es que la SEP primero ofrezca un reporte de los resultados obtenidos con la aplicación del Sistema de Alerta Temprana para conocer el porcentaje de alumnos que desertaron a las aulas, y sobre todo: reforzar el Sistema de Alerta Temprana con la colaboración de las maestras y los maestros que todavía se encuentran laborando en las aulas hasta que culmine el ciclo escolar el 28 de julio.
Pero algo no anda funcionando bien, da la impresión de que los millones de alumnos que desertaron no son prioridad para la autoridad educativa.
Lo relevante no es que la SEP reitere que el ciclo escolar termina el 28 de julio, mientras que al mismo tiempo autoridades de 17 estados consideren que las clases culminarán semanas antes de lo que establece el calendario escolar, al mismo tiempo que algunos medios de comunicación multiplican la versión de que docentes de escuelas públicas coinciden al señalar en que desde el 17 de junio que enviaron calificaciones, “las semanas están transcurriendo entre el ocio y el cansancio de los alumnos”, por lo que exigen que el ciclo escolar culmine ya.
Por qué esos maestros se quejan que no hay nada que hacer, la respuesta es sencilla: porque la SEP no los involucra en el Sistema de Alerta Temprana.
Y los 5.2 millones de alumnos que desertaron por la pandemia, pues así pueden seguir, lejos del aula, a nadie importan.