Por: Carlos Blanco López
Los destrozos de algunas mesas y de la sillería provocados por un grupo de activistas de la sección 22 de Oaxaca, en el anexo del área principal donde tres horas después celebraría su boda religiosa la exlideresa magisterial Elba Esther Gordillo en el jardín Etnobotánico de la Iglesia de Santo Domingo, y el comentario que expuso la maestra en el noticiario de Ciro Gómez Leyva, de que está desilusionada del gobierno de la 4T, forman parte de un nuevo montaje que instrumenta la expresidenta del SNTE para anunciar que regresará a la política. Empero, lo relevante de todo esto es desentrañar a qué personaje o fuerza política busca favorecer, eso es lo pertinente visualizar.
Desde el momento en que la maestra dio a conocer que se casaría en la ciudad de Oaxaca, se interpretó que buscaba generar una confrontación con el magisterio disidente de la sección 22, sobre todo con el antecedente de que en julio del 2019 un grupo de maestros de esta gremial irrumpió de manera violenta en la Asamblea que organizaban simpatizantes de las Redes Sociales Progresistas, para que el INE validará la asamblea estatal de delegados.
También se podía inferir que probablemente Elba Esther, ante un evento tan relevante para su vida personal, posiblemente había arribado a una “negociación” o a una especie de “tregua” con los líderes de la 22 para que respetaran su decisión de contraer nupcias en Oaxaca, y la disidencia se abstuviera de generar cualquier acto de protesta que empañara la ceremonia religiosa y el convivio con sus invitados.
Sin embargo, el sábado desde el área de prensa y propaganda de la sección 22, a cargo de Wilbert Santiago Valdivieso, se difundió un comunicado donde se calificaba a Elba Esther Gordillo de persona non grata en la ciudad de Oaxaca y se convocaba a repudiarla por “asesina”.
Ya el domingo por la tarde noche comenzaron a circular de manera profusa por las redes sociales el momento en que un grupo de maestros de la sección 22, acompañados de activistas del Frente Popular Revolucionario (FPR), habían penetrado por una de las puertas del Jardín Etnobotánico a una de las áreas donde se iba a celebrar el convivio, destrozando todo el mobiliario, y respetando tan solo una “imagen de la Virgen de Guadalupe”, de lo que diversos medios de comunicación dieron cuenta en sus portales informativos.
Lo que llama la atención de esa muestra de protesta de los simpatizantes de la sección 22 es que se abstuvieron de entrar por la puerta principal del área del Jardín Etnobotánico, donde en realidad se iba a escenificar la ceremonia religiosa y se localizaban las mesas elegantemente adornadas para la cena y la pista de baile iluminada por un majestuoso candil, a pesar de que los vigilantes del inmueble no cerraron las puertas; todo lo contrario, las mantuvieran abiertas como invitando a los disidentes para que entraran.
El caso es que el contingente de disidentes se retiró y la boda se pudo celebrar alrededor de las nueve de la noche sin ningún contratiempo. De ello dieron constancia los videos difundidos por Fernando González Sánchez, en su cuenta de Instagram.
¿Por qué los disidentes no incursionaron en el recinto principal donde se iba a escenificar la boda, y solo rompieron las mesas de un área anexa, donde incluso el escenario no estaba adornado ad hoc para el feliz acontecimiento protagonizado por la ex lideresa magisterial?
¿Tenían la instrucción de no incursionar en el área principal y solo destrozar el mobiliario del área anexa para la foto en los medios?
Da la impresión que todo el sainete verificado el domingo en el Jardín Etnobotánico fue un montaje diseñado por Elba Esther Gordillo con varios objetivos:
En primer lugar, dado el contexto político nacional, no hay que descartar que escenificó su boda en la ciudad de Oaxaca precisamente para provocar a la sección 22 y generar un enfrentamiento que fuera difundido por los principales medios informativos, con un gran objetivo en el cortísimo plazo:
En tanto que se puede afirmar hipotéticamente que buscó generar un enfrentamiento con el magisterio disidente para que los medios informativos lo multiplicarán entre sus notas principales para contribuir con su granito de arena a difuminar el tema de la “Casa Gris” del hijo del presidente López Obrador, y de esa forma colocarse en el buen ánimo del jefe del Ejecutivo, y que desde Palacio Nacional se le apoye en su obsesión de recuperar la dirigencia del CEN del SNTE.
Empero, los principales periódicos de circulación nacional no cayeron en su juego y no le dieron vuelo mediático a su montaje como ella lo hubiera deseado, aunque el Sol de México sí publicó ayer como su nota principal la boda de Elba Esther. (¿inserción pagada?)
Y uno de los puntos más relevantes de la estrategia que impulsa resaltó cuando declaró en el noticiario de Ciro Gómez Leyva, que se encuentra desilusionada del gobierno de la Cuarta Transformación, con toda la intención de dotar de elementos al presidente López Obrador para que en su mañanera reitere que todas las críticas en su contra provienen, sin la menor duda, de una derecha dolida y enfurecida porque la 4T le arrebato sus privilegios, y que la mejor muestra de ello es el comentario adverso a su administración expuesto por uno de los iconos más representativos de la corrupción que hay en México: Elba Esther Gordillo Morales.
A la maestra lo que menos le angustia es que hablen mal de ella, lo que le preocupa y ocupa es establecer alianzas políticas con los más altos niveles del poder para tratar de recuperar el SNTE y seguir viviendo en ese mundo de privilegios a los que está acostumbrada.