Ante las acusaciones del Movimiento Nacional por la Transformación Sindical, que encabeza el chiapaneco Ricardo Aguilar Gordillo, de que se han registrado irregularidades en los comicios que se han realizado para renovar los mandos de varias comités seccionales, el dirigente nacional del SNTE, Alfonso Cepeda Salas, indicó que eso es una mentira porque los procesos están blindados al ser supervisados por el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, y por expertos en procesos electorales, para revisar que todo se lleve a cabo de manera democrática y transparente.
También explicó que maestros de Puebla fungieron como observadores en las elecciones de Tlaxcala y así en los demás estados, para evitar irregularidades; al finalizar la votación, dijo, un presidente de otra sección corrobora el proceso, detalló el secretario general del CEN del SNTE al ofrecer una entrevista a la reportera Yazmín Veloz, del periódico “La Razón”.
Puntualizó que “se está dando la participación de una manera libre y cualquiera que quiera participar en estas elecciones se le están dando todas las facilidades. Si la gente no estuviera satisfecha con lo que estamos haciendo, simplemente ya habría manifestaciones en todos los estados del país”.
Habría que ver a qué se refiere Cepeda Salas cuando asegura que la dirigencia sindical está brindando a los agremiados todas las facilidades para que puedan participar, en tanto que en el reglamento de elecciones se especifica que todo aquel trabajador que aspire a ser candidato a secretario general del Comité Ejecutivo Seccional, debe cubrir el requisito de haber ocupado antes una cartera precisamente en el Comité Ejecutivo Seccional.
¿A poco ya se eliminó ese candado del reglamento de elecciones?
Lo que es irrebatible es que hasta el momento no se han registrado, efectivamente, grandes muestras de repudio contra a la dirigencia nacional del SNTE, salvo reclamos aislados en las redes sociales por parte de organizaciones y personajes vinculados de alguna manera a la expresidenta nacional del SNTE, Elba Esther Gordillo.