Ciudad de México. – Un grupo de 20 encapuchados tomó las instalaciones del Plantel 5 de la Escuela Nacional Preparatoria, impidiendo las labores docentes y administrativas, para repudiar los hechos violentos registrados un día como hoy, pero del 2018, en la explanada de Rectoría de la UNAM, cuando un grupo de porros agredió violentamente a estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel Azcapotzalco, cuando realizaban un mitin.
En esa ocasión, decenas de jóvenes también encapuchados y portando palos y petardos agredieron a los estudiantes, dejando un saldo de cuatro personas lesionadas, ante la complacencia de elementos de Auxilio UNAM que observaban a lo lejos los hechos violentos y por los que fue destituido días después el coordinador operativo de seguridad, Jesús Teófilo Licona Ferro.
Mientras se desarrollaba la toma de la Preparatoria 5, en el campus universitario, específicamente en la Facultad de Filosofía y Letras, se organizó una marcha interna por el mismo motivo, para repudiar la agresión porril del 2018, en esta protesta participaron 60 activistas.
Por su parte, la Rectoría de la máxima casa de estudios publicó un boletín de prensa en el que repudió las agresiones y recordó que en ese entonces actuó con todo rigor en contra de quienes violentaron a sus alumnos y alumnas.
Subrayó que, procedió legal y penalmente contra los agresores, expulsó definitivamente a más de 30 jóvenes que estaban matriculados, llevó ante la autoridad ministerial a las personas ajenas a la institución y cesó a trabajadores que fueron omisos ante la provocación.
Asimismo, advirtió que, desde la tarde de ayer jueves, grupos reducidos de personas con el rostro cubierto han intentado afectar el curso normal de las actividades académicas en algunas escuelas y facultades de la Universidad.
Por lo anterior, la UNAM reprobó cualquier acto que atente contra el desarrollo normal de las clases y, más aún, las que ponen en riesgo la seguridad de los y las integrantes de su comunidad.
Por último, la institución hace un llamado a estudiantes y al cuerpo académico a evitar la violencia, a no caer en provocaciones, y a continuar llevando a cabo sus labores cotidianas.