Fantasma empuja tráiler en Palo Alto, Guerrero

Por: Carlos Blanco López

Días complejos al interior del sector educativo, ya sea por los acontecimientos registrados en Guerrero con los normalistas de Ayotzinapa que irresponsablemente, por decir lo menos, aventaron un tráiler contra una valla de elementos de la Guardia Nacional que impedía que tomaran la caseta de peaje de Palo Alto, en la autopista del Sol, o por los enfrentamientos que se siguen registrando en Michoacán por parte de activistas del denominado Poder de Bases, que en realidad no forman parte de la CNTE-

A lo que habrá que sumar que se siguen registrando diversos comentarios adversos en contra de la secretaria de Educación, Delfina Gómez, a la que por cierto no se le aprecia jugando un rol relevante en las “Asambleas” que se realizan para reformar los libros de texto y los planes y programas de estudio que se están desarrollando sin pena ni gloria bajo la exclusiva batuta del polémico Marx Arriaga.

En el caso de los aguerridos normalistas de Ayotzinapa la Fiscalía General del estado de Guerrero ya dio a conocer que inició una investigación por los delitos de tentativa de homicidio y lesiones, pero quien se voló la barda exponiendo una serie de comentarios insulsos fue la alcaldesa morenista de Acapulco, Abelina López Rodríguez, que defendió a los normalistas aduciendo que  en términos “estrictamente legales, el tráiler iba circulando en punto muerto, sin conductor, por ello, no hay a quien acusar”.

Como quien dice, si uno se atiene a su versión, el tráiler fue aventado contra los policías por un fantasma, y en consecuencia no hay delito que perseguir.

Hoy el presidente López Obrador consideró que es posible que atrás de las acciones de los normalistas de Guerrero se encuentre el crimen organizado: “tenemos información de que hay gente dedicada a actividades ilícitas infiltradas en este movimiento, A la mejor los normalistas no lo saben”.

Si el jefe del Estado mexicano cuenta con información de que los estudiantes de la normal de Ayotzinapa están infiltrados por el crimen organizado, entonces porque no actúa la Fiscalía General de la República, o qué es lo que espera el gobierno federal: ¿qué se desaten los demonios como hace siete años cuando desaparecieron 43 estudiantes?

Por cierto: ¿a qué se debe que la autoridad federal no multiplique la información de que la toma de casetas de peaje y el cobro indebido a los automovilistas está penado con siete años de cárcel, tal y como lo aprobó el senado de la república en diciembre del año pasado.

En el caso de Michoacán hoy se registró en la localidad de La Cofradía, a dos kilómetros de Caltzontzin, un nuevo enfrentamiento entre activistas de la denominada sección 18 Poder de Base y la Guardia Nacional que impidieron que las vías fueran bloqueadas.

Cierto, es mejor impedir el bloqueo que dejarlos que estrangulen las vías y que los activistas provoquen trastornos en el transporte ferroviario y enormes pérdidas económicas, o en su defecto que en forma posterior el aparato policiaco instrumente un operativo para liberar las vías del tren con del riesgo de que se desaten las pasiones y el desalojo arroje un saldo rojo.

Y si bien es cierto que el problema de los normalistas de Ayotzinapa es un asunto que compete resolver a las autoridades judiciales, y que todo cuanto acontece en Michoacán entre sindicalistas y el gobierno del morenista Alfredo Ramírez Bedolla, son asuntos del ámbito estatal, de su lado la titular de la SEP, Delfina Gómez, requiere sacudirse de todos esos comentarios adversos que se le han venido endilgando a propósito de los descuentos a los trabajadores del ayuntamiento de Texcoco, cuando ella estuvo al frente de esa alcaldía, porque de lo contrario se continuará erosionando su capacidad de maniobra como responsable del sector educativo, además de su autoridad política y moral.

Lo último que trascendió sobre la titular de la SEP fue lo que difundió el periódico digital EME-EQUIS en el sentido de que durante una reunión que sostuvo con sus colaboradores más allegados Delfina Gómez les dijo: “No se preocupen, el presidente me quiere”.

Narra EME-EQUIS que la “expresión de Delfina Gómez incomodó a más de uno, pues hizo recordar la frase con la que el expresidente Enrique Peña Nieto defendió a otra secretaria de Estado arrinconada por escándalos de dinero: “No te preocupes, Rosario”.

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