Por: Carlos Blanco López
De manera poco convencional la sección 18 centista que lidera Gamaliel Guzmán, se valió de la Asamblea Nacional Representativa de la CNTE, verificada al iniciar la semana en las instalaciones de la sección 9, para obtener el consenso de los 150 delegados de 16 contingentes, a favor de iniciar, al término del evento, un plantón “nacional” frente a las instalaciones centrales de la SEP, para presionar por la solución de sus demandas.
Lo convencional en los contingentes de la CNTE es analizar y preparar en sus dilatadas asambleas representativas nacionales su plan de actividades a realizar en las semanas subsecuentes.
Pero ahora, de buenas a primeras en la Asamblea Nacional realizada el 15 y 16 de mayo, los delegados, a propuesta de la sección 18 michoacana, resolvieron instalar su plantón frente a la SEP que, por cierto, poco o nada tiene de “nacional”.
De tal manera que ya venían preparados con sus mochilas y casas de campaña para pernoctar en la capital del país.
¿Por qué no es de carácter nacional?, ¿por la sencilla razón de que el contingente más representativo en el campamento es el de Michoacán, acompañados por algunos trabajadores del sindicato Único de Académicos del Colegio de Bachilleres del Estado de Jalisco, “que es parte de la CNTE” que demanda la reinstalación de 96 agremiados?
Esto no demerita su modalidad de protesta, salvo por los problemas viales que provocan en calles del centro histórico de la ciudad de México.
Dicen que es nacional y que con el paso de los días se irán sumando activistas de otros contingentes para que la autoridad interprete que su inconformidad cuenta además con el apoyo incondicional de los otros contingentes representativos, como el de la consolidada 22 de Oaxaca o la rijosa sección 7 de Chiapas.
La sección 18 centista michoacana decidió protestar frente a la SEP, con todo y plantón, con la finalidad de presionar con mayor fuerza a la autoridad educativa y que sus demandas se resuelvan a la mayor brevedad.
No les queda de otra, en Michoacán, el grupo magisterial disidente que se hace llamar “Poder de base” no cesa de tomar instalaciones gubernamentales o marchar por las calles, para llamar la atención de los docentes y trabajadores de apoyo, enarbolando en el marco de esas acciones efectistas demandas similares a las de la sección 18 centista, y de otra índole, pero de interés para el magisterio, con el propósito de capturar el ánimo del contingente que lidera Gamaliel Guzmán y arrebatarle al centista el control del magisterio disidente de la entidad.
Los dirigentes de la CNTE en Michoacán se han percatado que el gobierno morenista de Alfredo Ramírez Bedolla le da juego a los líderes de Poder de base y les resuelve demandas, siendo que la sección 18 centista cuenta con el apoyo mayoritario de la disidencia.
Ramírez Bedolla esta contra la pared, en tanto que los dirigentes de “Poder de base” son abiertos simpatizantes y operadores electorales del partido Morena, por lo que en consecuencia el gobernador se siente comprometido y obligado a otorgarle canonjías en pago a las actividades político electorales, que emprenden las huestes de Benjamín Hernández y Sergio Espinal.
En la ciudad de México los dirigentes de la sección 18 centistas han iniciado negociaciones con un grupo de funcionarios de la SEP y de la USICAMM, en esa representación oficial figura Enrique Estrada, un profundo conocedor de la problemática magisterial que aqueja al magisterio michoacano; no hace mucho fue subsecretario de Educación Básica en ese estado, y trabajaba en sintonía con los intereses de la SEP federal.
Habrá que ver cómo les va en esta etapa a los disidentes que lidera Gamaliel Guzmán, enfrentado al grupo de Sergio Espinal.
Por cierto, a propósito de todo cuanto ocurre en el magisterio disidente michoacano cabe parafrasear a Hobbes, quien aseguraba que “el hombre es un lobo para el hombre”, porque observando a los líderes michoacanos no está demás considerar que el lobo de la izquierda está en la propia izquierda.