GNTE, más de lo mismo

Por: Carlos Blanco López

En algunos medios se manejó de manera equivoca que el fin de semana surgió un nuevo sindicato en el sector educativo: el denominado Gremio Nacional de Trabajadores de la Educación, porque esta organización fue fundada el 12 de julio del 2017 en un acto realizado en las instalaciones del sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM).

Lo que ocurrió de novedoso en el GNTE es que se registró el cambio de dirigente “nacional”, arribó al cargo Homero Polito Domínguez, un ex dirigente de la sección 56 del SNTE en Veracruz, que ya en el 2009, junto con otros ex secretarios generales seccionales, como Gaudencio Bravo, habían fundado lo que se conoció por aquellos años como el Frente Nacional de Trabajadores de la Educación o “Tercera Vía”, que el 25 de enero del 2011 conformó el sindicato Independiente de los Trabajadores de la Educación.

Según esto el SITEM contaba, a la hora de constituirse, con 7 mil 500 afiliados y presencia en Quintana Roo, Hidalgo, Veracruz, Querétaro, Guanajuato, Puebla y ciudad de México, y se había creado para no ser “cómplices de la corrupción y las irregularidades de Elba Esther Gordillo”.

Sin embargo, para demostrar que el SITEM carecía de la fuerza y presencia de la que alardeaban sus dirigentes, el entonces el secretario general de la sección 47 en Jalisco, José Guadalupe Madera Godoy, explicó que conforme a la toma de nota del SITEM, esta agrupación se había registrado ante las autoridades laborales con 38 miembros, la gran mayoría de ellos ex secretarios generales seccionales.

De la integración del SITEM se llegaron a manejar varias versiones. Que atrás de Homero Polito se encontraba el ex secretario general del CEN del SNTE, Rafael Ochoa Guzmán, adolorido por el trato que le daba Elba Esther Gordillo al no tomarlo en cuenta a la hora de las grandes decisiones por preferir a su yerno Fernando González Sánchez.

Aunque entre la disidencia de la CNTE se manejó la versión de que atrás de Homero Polito y Gaudencio Bravo, quien ya había formado parte del CEN del SNTE con la maestra Gordillo, se ubicaba el respaldo político del priista sonorense Manlio Fabio Beltrones.

Nunca se pudieron confirmar esas dos versiones, en cambio, lo que sí se pudo constatar es que no fueron pocas las ocasiones en que Gaudencio Bravo y Homero Polito aparecían acompañados de Carlos Jonguitud Carrillo, el hijo del viejo y extinto cacique magisterial Carlos Jonguitud Barrios, un personaje sin mayor trayectoria al interior del SNTE, que en la actualidad cuenta con su propio Sindicato de Trabajadores para la Educación (STE).

El caso es que después de que transcurrieron seis años y desconociéndose las causas que orillaron a Homero Polito a tomar distancia del SITEM, es que este activista magisterial aparece en el 2017 como figura central en la fundación del Gremio Nacional de Trabajadores de la Educación (GNTE), y que el pasado fin de semana fue electo como su dirigente nacional.

De acuerdo con Homero Polito el GNTE nace como una respuesta al reclamo nacional de los trabajadores de la educación de contar con una institución sindical que ofrezca otras alternativas para la solución de los distintos problemas.

¿Cuándo se escuchó ese “reclamo nacional”? ¿Alguien ha visto que en la mayoría de los estados de la república los trabajadores al servicio de la educación se desborden en las calles para reclamar el surgimiento de un sindicato alternativo al SNTE?

El GNTE es más de los mismo.

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