Ciudad de México. – En un boletín de prensa, la Planilla Morada Magisterio Progresista de la sección 9 del SNTE, liderada por el profesor y abogado José Enrique Delgado Ramírez, manifiesta su inconformidad por el proceso electoral que fue organizado de manera unilateral por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación SNTE; y en el que participaron con su voto en las urnas del personal docente de los niveles de inicial, preescolar, primaria, especial e indígenas de esta ciudad de México, el pasado 14 de junio.
Entre una serie de denuncias, también explica que la Planilla Naranja, encabezada por Ulises Chávez Tenorio perdió esta elección a partir de los siguientes datos que aportan:
“La diferencia de votos entre la Planilla Naranja (11,983), que se ostenta como ganadora y la Planilla Morada (8,180) casualmente es de tres mil votos, además hay otro aspecto que llama la atención, si sumamos los votos anulados (4,544), que corresponderían a la Planilla Roja, resulta que los charros fueron derrotados en las urnas”. Es decir que 12,724 maestras y maestras rechazaron a la Planilla Naranja a través de la votación realizada el día 14.
En su comunicado, la Planilla Morada Magisterio Progresista denuncia una serie de “irregularidades y conatos de violencia en muchos centros de votación”. Por ésta y otras acciones fraudulentas, esta “Planilla se dispone a presentar su inconformidad ante las autoridades competentes”; mismas que ameritan la inmediata anulación de las elecciones en la sección 9, ya que “el Sindicato no puede sustraerse a las leyes que regulan los procesos electorales”.
Como advertencia al gobierno federal, las autoridades educativas, el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje y a la actual dirigencia del SNTE, “si es necesario, tomaremos las calles para protestar por el grotesco espectáculo que vimos” en esta jornada electoral.
Es reprobable la actuación del Sindicato Nacional en esta ciudad, ya que operaron un gran fraude, que implicó el uso de boletas sin foliar, no haber entregado el padrón oficial a la Planilla Morada, por niveles y alcaldías, no haber permitido la participación de observadores independientes, no haber dado la información oficial requerida para la instalación de las casillas, recuento de boletas y registro de incidencias; un padrón manipulado y “rasurado”.
Lo que se suma a todas estas anomalías es el uso faccioso de los recursos del Sindicato, contratando hoteles de lujo para los operadores y funcionarios de casillas, quienes fueron trasladados de estados como Nuevo León y el Estado de México.