Acapulco, Guerrero. – El movimiento magisterial democrático aglutinado en la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) de las regiones Acapulco, Costa Grande y Norte, condenó de manera enérgica el asesinato del maestro de la Universidad Autónoma de Guerrero, Salvador Catalán Barragán y del joven Marco Roble Alejo, miembros del Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG), quienes en las inmediaciones del municipio de Tierra Colorada fueran interceptados y “levantados” por terceros y días después encontrados sus cuerpos sin vida.
La CETEG, exigió a los tres órdenes de gobierno el esclarecimiento de esos asesinatos y justicia pronta y expedita, “caiga quien caiga”, porque de lo contrario quedará demostrado que nada ha cambiado a partir de la entrada en funciones del gobierno que encabeza Evelyn Salgado Pineda.
Es de destacarse que Marco Roble Alejo, era un adolescente que se hizo viral en redes sociales y noticieros de televisión hace unos años, cuando se difundieron reportajes sobre niños autodefensas en el estado de Guerrero, quienes se habían levantado en armas contra el narcotráfico en sus comunidades.
“Lo conocí y le tomé estas fotos con tan sólo 11 años, cuando no tuvo otra opción más que unirse a este movimiento armado en su comunidad debido al infierno (literal, infierno) que se vive a diario en este y otros estados: secuestros diarios, desmembrados, violaciones, redes de trata de mujeres, niños y la esclavitud en la que son inmersos los campesinos, comerciantes y la población en general para trabajar a gusto y capricho de los negocios turbios del narco en complicidad del gobierno”, puede leerse en Facebook.
Por lo anterior y al encontrarse su cuerpo al interior de bolsas, tirado en la carretera junto con el del catedrático Salvador Catalán, la CETEG y un amplio número de organizaciones sociales, demandaron justicia inmediata al Estado Mexicano y a las dependencias nacionales e internacionales, como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).