Por: Antonio Díaz Herrera
Ciudad de México. – La Asamblea de Coordinación de la sección 10 del SNTE-CNTE, recordó que, en 1979, salió a la luz un movimiento emergente: el magisterio del sureste mexicano.
“El magisterio de estos lugares, indicó, fue el primero en levantarse con la demanda de aumento salarial para sortear el encarecimiento de todo en la región. Los paros parciales y, después, la huelga, fueron el inicio de la lucha magisterial por aumento salarial y democracia sindical en Chiapas y Tabasco.
Narró que, al calor de ese movimiento, surgió la convocatoria para un Foro de los Trabajadores de la Educación, donde se acordó formar la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y Organizaciones Democráticas (CNTE y OD), naciendo así, una organización que ha jugado un papel relevante en las luchas de los trabajadores del campo y la ciudad. “La CNTE ha estado en primera línea, junto con la clase obrera, los campesinos y el pueblo en general contra las políticas neoliberales.
La Asamblea de Coordinación de la sección 10 del SNTE-CNTE, subrayó que, los movimientos magisteriales de 79-83, lograron la democratización de secciones puntales de la CNTE, sección 7 de Chiapas y sección 22 de Oaxaca, siempre acompañando a los trabajadores y el pueblo.
Resaltó que a pesar de la represión que ha tenido como saldo más de 200 maestros asesinados de 1979 a la fecha, la CNTE ha mantenido una lucha y resistencia contra las políticas estatales. “En 1989 el movimiento magisterial irrumpió en la ciudad de México, con la huelga de hecho que estalló el 17 de abril. Llegó a haber cerca de medio millón de asistentes a las movilizaciones que realizaron, entre maestros, trabajadores y pueblo en general durante la huelga, que culmino el 15 de mayo”.
Refirió que, entre los logros de esa huelga, se rompió el tope salarial del 10% arrancando un 25%, la caída de Jonguitud Barrios, el cacique en turno del SNTE y la democratización de las secciones 9 de la Ciudad de México y 18 de Michoacán, con avances importantes en la sección 14 de Guerrero, sección 34 de Zacateas y sección 10 de la ciudad de México.
Precisó que, la CNTE no ha cejado en resistir a cada embate del Estado y ha respondido con la movilización contra la Reforma a la Ley del ISSSTE en 1996 y 2007, ha acompañado a los movimientos estudiantiles del CEU y del CGH, así como de los rechazados y, por supuesto, al EZLN.
Detalló que, ya en este milenio, se ha opuesto a las políticas económicas y educativas del foxismo y calderonismo. “Dentro de las recientes batallas, se ha dado la lucha contra la Reforma Educativa de Peña Nieto, con grandes movilizaciones entre 2013 y 2016, y una permanente resistencia ante los embates contra la educación y los derechos laborales. Y en la lucha en defensa de las Normales Rurales y la aparición de los 43”.
Manifestó que, después de 18 reuniones que tuvo la Comisión Nacional Única de Negociación (CNUN) de la CNTE, al asumir la presidencia Andrés Manuel López Obrador, se pudo obtener la libertad de alrededor de 80 presos por motivo de la lucha contra la reforma educativa, la reinstalación de cerca de 400 maestros, que habían sido cesados, pero en términos de la Ley de Enrique Peña Nieto, sólo pudo modificarse en su aspecto punitivo, que era el examen de permanencia en el servicio, que debía presentarse cada cuatro años por todo el magisterio de educación básica.
“Este se anuló, pero, en la nueva ley, ya con López Obrador, se mantienen los demás aspectos que someten al magisterio a un estado de excepción, al negárseles el derecho consagrado en el Artículo 123 de la Constitución. Por lo tanto, la lucha sigue, pues los efectos de la Reforma Educativa, siguen golpeando al magisterio, en especial, la Ley del Sistema para la Carrera de Maestras y Maestros (SICAMM), que causa impacto negativo en ingreso, promoción y cambios de docentes, así como en las estructuras escolares que quedan sin cubrir las vacantes que acapara la USICAMM”.
Explicó que, por lo anterior, la CNTE ha establecido una nueva jornada de lucha, con un plantón masivo a partir de mañana 31 de agosto en la Cámara de Diputados y una marcha nacional el 1 de septiembre, partiendo del Caballito (Juárez y Reforma), hacia el zócalo y posteriormente a la Cámara de Diputados.