La salida de Delfina de la SEP: ¿fuego amigo?

Por Carlos Blanco López

Como reguero de pólvora corrió la versión en las redes sociales de que la secretaria de Educación Delfina Gómez renunciará al cargo en el corto plazo porque el presidente López Obrador considera que la texcocana necesita realizar a la brevedad trabajo de tierra para recobrar simpatías entre sus paisanos mexiquenses “y de paso evitar seguir desgastándose en la SEP”.

Esta versión circuló hoy de manera profusa entre el magisterio tras de que Alejo Sánchez Cano manejó en su columna “Desde San Lázaro” que publica en El Financiero que Delfina Gómez se va de la SEP para “asegurar la gubernatura del Estado de México”.

En la información que circuló en las redes sociales se aseguró que la versión sobre la inminente dimisión de Delfina Gómez estaba siendo manejada por “una fuente confiable”.

No estamos de acuerdo en eso de la fuente “confiable” por la sencilla razón de que si desde Palacio Nacional hubiesen querido señalar que Delfina deja la SEP obviamente que no habrían escogido al periodista Sánchez Cano para soltar la primicia.

En las áreas de comunicación de la Presidencia de la República observan con particular desprecio al periodista de El Financiero, después de que en enero pasado consideró que el presidente López Obrador debería renunciar por sus problemas de salud y porque tiene “manifestaciones psicológicas que podrían estar mermando sus facultades mentales”.

Tras de que Sánchez Cano hizo ese señalamiento desde la Presidencia de la República se manejó la versión de que Sánchez Cano no era el autor de la columna “Desde San Lázaro”, sino que ese espacio era redactado por el director general de ese periódico especializado en finanzas.

Desde otra óptica habría que considerar que al presidente López Obrador de ninguna manera le conviene políticamente relevar en el cargo a la maestra Delfina para evitar que se siga “desgastando”, porque si lo hace sería tanto como reconocer que la texcocana no pudo con las responsabilidades que se le encomendaron.

Y si se suman sus fallas en la SEP, a la acusación de que incurrió en cobros ilegales a los trabajadores del ayuntamiento de Texcoco, se integra un expediente que no le ayudará para ganar la gubernatura en el 2023 en el estado de México, que cuenta con el padrón electoral más grande de México, por lo que dicha entidad es decisiva en las elecciones presidenciales del 2024.

La información publicada por el periodista del Financiero busca arrojar la impresión de que a Delfina Gómez le quedó grande el cargo en la SEP, que el titular de la Segob, Adán López, ya tiene al personaje ideal para ser titular de esa Secretaría, y que la oposición cuenta con una estrategia político electoral efectiva para derrotar a Morena, lo que se les facilitaría si Morena designa a Delfina Gómez como su candidata al gobierno del estado de México, por lo que hace falta un candidato de mucho peso, experimentado en las lides electorales.

Aquí es donde llama la atención la versión difundida hace unos días en el sentido de que simpatizantes del canciller Marcelo Ebrard están integrando un equipo de trabajo para buscar que el exjefe de Gobierno de la CDMX sea nominado como el candidato de Morena al gobierno del estado de México, donde apuestan a que ganaría sin mayores dificultades, para después ser nominado como candidato presidencial.

Desde luego que habría que indagar si para ser candidato a gobernador en el estado de México, se requiere contar con residencia en dicha entidad, ya que actualmente Marcelo Ebrard habita en una casa en la colonia Roma, enfrente de la Plaza Río de Janeiro.

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