Por: Antonio Díaz Herrera
Ciudad de México. – La leyenda: “UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO. POR MI RAZA HABLARÁ EL ESPÍRITU”, puede leerse desde hoy en el Muro de Honor del Senado de la República, luego de que en una ceremonia solemne esta fuera develada.
En la tribuna del Senado, el rector de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, señaló que la inscripción en letras de oro es un compromiso con la memoria colectiva, el presente y el futuro no solo de la Universidad, sino de nuestra nación. “Quien inscribe estas letras y nuestro lema es el pueblo de México en su conjunto a través de sus representantes, pues la historia de la Universidad sería inconcebible sin la voluntad de millones de personas que reconocen que sin educación superior gratuita y autónoma sería aún más complejo —si no imposible— construir un mejor país”.
Leonardo Lomelí Vanegas agradeció a las y los senadores este alto honor para la UNAM, así como a los presidentes de la Mesa Directiva y de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ana Lilia Rivera Rivera y Ricardo Monreal Ávila, respectivamente.
La inscripción, indicó, será un legado de reflexión, apertura y resiliencia, un recordatorio de que el espíritu de la UNAM siempre hablará y estará al servicio de las y los mexicanos, y de la humanidad.
Frente a los senadores que promovieron la iniciativa: Ricardo Monreal Ávila, Miguel Ángel Mancera Espinosa; Elvia Marcela Mora Arellano y Navor Alberto Rojas Mancera; así como de la legisladora Beatriz Paredes Rangel, el rector destacó que las letras doradas de la UNAM son un reconocimiento a los invaluables logros y las incuantificables aportaciones de la casa de estudios, resaltando su responsabilidad con la educación pública, autónoma y laica como plataforma para la investigación y la extensión de la cultura.
Afirmó que, la UNAM, ha sido una piedra angular en la construcción del México moderno y recordó que, desde el rectorado de José Vasconcelos ha formado parte de los esfuerzos del Estado posrevolucionario para garantizar derechos sociales fundamentales, particularmente el derecho a la educación.
Explicó que, “Su misión, enraizada en los principios de libertad, justicia, trabajo colegiado y democracia, ha sido proporcionar una educación pública de excelencia, fomentar la investigación científica y humanística, y contribuir al desarrollo económico, político, social y cultural de nuestro país”.
El rector de la UNAM, fue acompañado por los exrectores José Sarukhán Kermez, Juan Ramón de la Fuente Ramírez, José Narro Robles y Enrique Graue Wiechers, y ante ellos, aseveró que otra dimensión esencial de la distinción es la defensa de la autonomía universitaria, un principio fundamental que garantiza la libertad de cátedra y de investigación, así como la independencia de la Universidad frente a cualquier tipo de intervención o interés político, ideológico o económico.
Consideró que, “La autonomía universitaria es su esencia, misma que le permite construir y mantener espacios donde el pensamiento crítico y el debate plural puedan florecer sin restricciones. Gracias a ella, la Universidad ha resistido y se ha sobrepuesto a los desafíos estructurales y políticos que ha enfrentado”.
En este contexto, externó que, la defensa de la autonomía universitaria, es inseparable de la defensa de los valores democráticos. “En múltiples momentos de nuestra historia, la UNAM ha sido una fortaleza de resistencia frente a los autoritarismos, defendiendo siempre la libertad de expresión y el derecho a disentir”.