Por: Carlos Blanco López
Entre los grandes retos que habrá de enfrentar la nueva titular de la SEP, Leticia Ramírez, al asumir el cargo será el de reestablecer una relación más estrecha y coordinada con la dirigencia nacional del SNTE para emprender acciones de corte educativo sobre todo las que requieren de la colaboración de la patronal con la base trabajadora, ante la relación disruptiva que en este momento prevalece entre la SEP y el sindicato.
El distanciamiento que en estos momentos se observa entre el sindicato y la autoridad educativa se detectó de manera nítida cuando la saliente secretaria de Educación, Delfina Gómez, dio a conocer el pasado 10 de agosto la campaña “Vamos todas y todos por la Educación”, que curiosamente por datos de la misma autoridad se había iniciado un día antes y culminará el 29 de agosto, y en la que supuestamente, entre otras metas, servirá para ir “casa por casa” para identificar “a esos pequeñitos” que por alguna situación abandonaron la escuela.
El primer dato que dejó en claro el distanciamiento que prevalece entre la SEP y el SNTE se observó en el mismo evento con la ausencia del secretario general del CEN del SNTE, Alfonso Cepeda Salas y/o de algún representante del sindicato.
A todo esto, habría que ver cómo le hizo la secretaria Delfina Gómez, con qué personal contó y desplazó para visitar cada una de las casas de los más de 5 millones de alumnos que desertaron de la escuela por la pandemia, cuando en el periodo que la autoridad educativa estableció para impulsar la campaña todavía el personal docente anda de vacaciones.
Once días después el dirigente nacional del sindicato, Alfonso Cepeda Salas, dio a conocer el emprendimiento de otra campaña, “Todas y todos por la Escuela”, casi con los mismos objetivos de la campaña “Vamos todas y todos por la Educación”, anunciada por Delfina Gómez, pero de mayor alcance, que supuestamente se pondrá en marcha al inicio del próximo ciclo lectivo escolar, el 29 de agosto.
De acuerdo con lo que explicó Cepeda Salas no se trata de conocer las cifras, sino saber los nombres de los estudiantes que dejaron de ir a la escuela, identificar las causas, realizar encuestas y coadyuvar a construir soluciones conjuntas con la autoridad educativa con los datos específicos y la dimensión real de la situación que es multifactorial.
Desde luego que la campaña impulsada desde la SEP “Vamos todas y todos por la Educación” dejará mucho que desear, pero tampoco habrá que descartar que la anunciada campaña del SNTE sea tan solo pura demagogia.
Lo que sí es real es que Leticia Ramírez tomará pronto las riendas de la SEP y entre sus primeras tareas serán las de revisar e impulsar de manera efectiva y en beneficio de los educandos la función de la SEP creada en 1921, que es la de crear las condiciones que permitan asegurar el acceso de la población mexicana a una educación de calidad, en el nivel y modalidad que la requiera y en la localidad donde la demande.
La SEP no es trampolín político electoral.