Leticia Ramírez, ignorancia y error en la estrategia de comunicación social

Por: Carlos Blanco López

La pifia que cometió la nueva secretaria de Educación, Leticia Ramírez, al exhibirse con falta de conocimiento en el tema educativo tras señalar que no podía contestar sobre cómo va a aprender un niño de primaria matemáticas dentro del nuevo modelo educativo, a pregunta expresa de la periodista Danielle Dithurbide, le generó múltiples críticas a la flamante titular de la SEP y en general al gobierno federal morenista.

Los cuestionamientos versaron desde los que señalaron que el presidente López Obrador designó a una persona escasamente preparada para ese cargo, como aquellos que argumentan que los ataques son de mala fe, hasta los que aseguran que fue un error de los encargados de la comunicación social del gobierno haber autorizado que Leticia Ramírez ofreciera una entrevista.

Las tres posturas manejadas se relacionan y explican el traspiés cometido por Leticia Ramírez y que al final de cuentas arrojan desconfianza en el manejo de la política educativa nacional, al quedar exhibida una nueva titular que carece del conocimiento suficiente para conducir el proceso de enseñanza aprendizaje de la niñez y la juventud mexicana.

Su titubeo y la falta de información de Leticia Ramírez se viralizó en redes, sin duda un mal inicio mediático.

El error cometido por la nueva titular en realidad corresponde al presidente López Obrador por haber designado al frente a la SEP a una política que durante muchos años se especializó en cuestiones relacionadas con el tema de la atención ciudadana, en vez de haber puesto al frente de la SEP a una persona con gran experiencia y conocimiento en el área educativa, y esto lo hace el jefe del Ejecutivo porque prefiere en su equipo de primer nivel a personas de todas sus confianzas en vez de funcionarios con alto grado de conocimientos académicos y experiencia en la administración pública.

Hay quienes interpretan que la entrevista que ofreció Leticia Ramírez es resultado de una mala decisión de los estrategas de comunicación social del gobierno morenista, bajo el argumento de que la entrevista no se debió haber autorizado siendo que Leticia Ramírez todavía no cumple ni siquiera un mes en el puesto: “¿quién puede en apenas tres semanas hacerse del conocimiento para hablar del despacho donde se toman decisiones que afectan directamente a 34 millones de personas (32 millones de estudiantes, y los dos restantes de docentes)? Ramírez es normalista y ha sido maestra, pero el salto que dio fue descomunal”.

De acuerdo a lo que expuso sobre este tema el columnista de El Financiero, Salvador Camarena, “lo mínimo que podían hacer en el gobierno era cuidarla, no exhibirla”.

En lo que coincidimos.

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