Leticia Ramírez se reúne con activistas de corte independiente de la CNTE

Por. Carlos Blanco López

Las reacciones que se han registrado al interior de la CNTE por parte de los liderazgos de línea radical, como Pedro Gómez Báhamaca, de la sección 7 de Chiapas, y Pedro Hernández Morales, de la sección 9 de la Ciudad de México, descalificando a la nueva secretaria de Educación Pública, Leticia Ramírez Amaya, develan que de ninguna manera la SEP cayó en manos de la disidencia magisterial como afirmó Elba Esther Gordillo, y que los radicales interpretan que la flamante responsable de la política educativa nacional, por su pasado de activista magisterial moderada, buscará negociar con los viejos liderazgos centistas con los que guarda afinidades, y desplazar a los radicales.

Pero lo que más preocupa a los radicales es que la nueva titular de la SEP, por el conocimiento que tiene de los grupos y fuerzas que interactúan al interior de la CNTE, y de las alianzas exógenas que mantienen con intereses políticos interesados en influir en el proceso de sucesión presidencial, es que meta la mano en los procesos que se avecinan para renovar las dirigencias de las secciones 7 de Chiapas y 9 de la ciudad de México, para lograr que arriben a la secretaria general de esos comités seccionales precisamente liderazgos de línea moderada.

Puede que no anden tan errados, el mismo día en que fue nombrada por el presidente López Obrador como secretaría de Educación, Ramírez Amaya, entre otras actividades fue sostener un encuentro con el profesor afín a la CNTE, Roberto Gómez Jiménez, líder de la Coordinación de Maestros de la Región Oriente Iztapalapa, quien a lo largo de su trayectoria se ha caracterizado por su línea independiente, y que además ha venido gestionando y resolviendo los problemas sindicales y laborales del magisterio de Iztapalapa con las autoridades educativas de la ciudad de México al margen de la dirigencia de la sección 9 centista que encabeza Pedro Hernández.

Entre Leticia Ramírez Amaya y Gómez Jiménez prevalece una amistad y afinidad política que se remonta, cuando menos,  al año de 1989, cuando tras el triunfo del movimiento magisterial en que fue defenestrado del cargo Carlos Jonguitud Barrios y del arribo de Elba Esther Gordillo a la secretaria general del CEN del SNTE, se generaron las condiciones para renovar la dirigencia de la sección 9 capitalina, para lo cual, como primer paso, se integró una Comisión Ejecutiva que encabezó Roberto Gómez Jiménez.

En esa Comisión Ejecutiva fue designada Leticia Ramírez Amaya como secretaria del Trabajo y Conflictos de la Dirección 3, tras de haber sobresalido por su activismo como representante de uno de los 54 sectores que constituyeron la dirección colectiva del movimiento magisterial.

La comisión ejecutiva trabajó con la dirigencia nacional del SNTE para organizar el proceso de renovación estatutario de la sección 9, que culminó con el arribo del ultraradical Daniel Sandoval a la secretaria general del CES, en cuyo comité, tras las negociaciones del caso los moderados lograron colocar a Leticia Ramírez Amaya al frente de la secretaria de Organización de la Dirección 3.

Ante lo improductivo y desgastante que resultaba lidiar con los ultraradicales, al terminar su encargo sindical Ramírez Amaya optó por salud mental por alejarse de la lucha magisterial y concentrar sus inquietudes al interior del PRD.

Transcurridas tres décadas, paso de ser activista de la CNTE, de militante del PRD y Morena, y de ser funcionaria especializada en la atención ciudadana en el gobierno de la ciudad de México y en la Presidencia de la República, a convertirse en secretaria de Educación Pública

Ahora como titular de la SEP sigue contando con el apoyo de su viejo amigo Roberto Gómez, quien, en los últimos días, a través de las redes sociales, hizo circular un mensaje donde narra la trayectoria político sindical de Ramírez Amaya, en el que concluye que resulta absurda la afirmación de Elba Esther Gordillo que plantea que la designación de Leticia Ramírez Amaya, significa entregar la SEP a la CNTE.

Por qué Elba Esther Gordillo se refiere en forma peyorativa al hablar de Ramírez Amaya y asegura que la SEP se entregó a la CNTE, por una sencilla razón, en los próximos meses la nueva titular trabajará para favorecer a la precandidata presidencial Claudia Sheinbaum, mientras que la ex lideresa magisterial sigue haciendo lo propio para fortalecer al otro precandidato, el canciller Marcelo Ebrard, aunque para tratar de disimular que no es así le encomiende a su yerno Fernando González Sánchez que le manifieste apoyo a la señora Sheinbaum, al dar a conocer que está trabajando para crear un movimiento nacional progresista, porque no hay nada más progresista que una mujer candidata.

Así lo dijo, y la lucha para desgastar a Ramírez Amaya apenas comienza, hoy otro radical como lo es Néstor Trujano Molina, quien expone en las redes sociales que la nueva titular de la SEP es neoliberal e integrante de la organización OIR-Línea de Masas, una veleta del salinismo.

De que militó en línea de Masas no hay duda, pero de eso a que forme parte de un proyecto salinista, no hay evidencias que sustenten ese dicho.

Lo que llama la atención es que en los ataques en contra de Ramírez Amaya coincidan los ultraradicales y Elba Esther gordillo. Qué curioso…

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *