Libro socialista para maestros, sin futuro

Por: Carlos Blanco López

Para que no quede la menor duda de que el presidente López Obrador es un hombre de izquierda de todo corazón, el político tabasqueño aprovechó el momento en que condecoraba al mandatario cubano Miguel Díaz-Canel para hacer correr la versión de que la SEP se prepara para entregar un libro a los maestros de primero y segundo año de primaria para que rompan con la educación cerrada y colonialista importada principalmente de Europa y los Estados Unidos.

En la primicia difundida por la reportera de El Universal, María Cabadas, se menciona que el texto se titula: “Un libro sin recetas para la maestra y el maestro”, y que en él se especifica que la formación del nuevo mexicano debe ser afín a “la transformación irreversible del país”.

Las reacciones en contra de dicho texto no se hicieron esperar, el expresidente de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, INEE, Miguel Backhoff, consideró que ese libro era un manojo de ideas y planteamientos que no tienen nada de teoría, mientras que la investigadora Alma Maldonado, del Cinvestav-IPN, aseguró que “es ideológico, pero mal planteado. Es una falta de respeto que se quiera ideologizar al magisterio”.

Incluso la diputada priista, Ana Lilia Herrera Anzaldo, exhortó a la SEP para que sea garante de que los libros de texto gratuitos preserven integridad y la neutralidad requeridas para mantener la calidad pedagógica.

Pero con todo y el manejo socializante que pudiera contener ese libro y las reacciones en su contra, desde este mirador se aprecia que la orientación de la educación nacional en México no va a sufrir ningún cambio por lo que resta del sexenio.

Para empezar, en el supuesto de que el libro empezara a circular entre los maestros de primero y segundo año de primaria, eso no significa necesariamente que el ejercicio del personal docente va a dar un giro de 180 grados, y que van a guiar su proceso de enseñanza en posturas ideológicas como la del maestro venezolano Simón Rodríguez, tutor y maestro de Simón Bolívar, El Libertador de América, quien hace cerca de 200 años consideraba que hay que formar a las personas para construir un nuevo orden social.

Y se menciona a Rodríguez, porque al igual que el pedagogo Paulo Freire, forma parte del listado de teóricos en los que se basan los autores de dicho libro. 

De igual forma el magisterio tiene presente que la vigencia de los gobiernos socialistas caducó con la caída del Muro de Berlín en noviembre de 1989, los resabios que quedan es polvo que pronto se llevará el viento.

En segunda, hay que tener presente que hasta la fecha la SEP no cuenta con una acabado y ensayado plan de estudios que pueda implementar en el ciclo escolar 23-24. El tiempo para ponerlo en marcha se agotó, y de ahora en adelante el gobierno de la 4T concentra todas sus fuerzas y tiempo en las elecciones presidenciales que se realizaran el año entrante.

El presidente López Obrador es un político antisistema: no es un hombre de izquierda, y si tiene acercamientos con el gobierno de Cuba y/o filtra a la prensa el libro de marras, lo hace para alborotar el avispero, y generar reacciones en su contra con el propósito de que la nutrida base electoral que los respalda, le manifieste su apoyo de manera ciega e incondicional.

Si el embajador de EEUU, Ken Salazar, que de manera frecuente visita Palacio Nacional, le llegará a preguntar algo sobre ese libro de orientación “socialista”, pues simple y sencillamente el presidente López Obrador podría contestar que no existe, o que es un ataque más y estéril de los conservadores.

En el caso de que se lo entregue a las maestras y los maestros, tampoco pasará nada. Lo maestros son más nacionalistas, que simpatizantes de Marx.

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