Los padres de familia pagarán a los maestros, y sus derechos laborales?

Por: Carlos Blanco López

Por más que se desee observa el acontecer educativo con optimismo, el panorama se presenta preocupante, sino es que adverso tanto para los estudiantes de educación básica, como en lo que se refiere a las relaciones que mantiene la SEP con el SNTE.

En lo que toca al tema polémico del programa de Escuelas de Tiempo Completo el gobierno pretende resolverlo con la propuesta de que sean los integrantes del Comité Escolar de Administración y Participación, o sea los padres de familia, los que decidan si los recursos que les va a entregar el gobierno federal, a través del Programa la Escuela es Nuestra, los quieren utilizar para la extensión del horario, o para el servicio de alimentación.

Según lo dispuesto por el gobierno federal mediante las reglas de operación del programa LEEN, los comités son los responsables de garantizar que el personal directivo, docente y de apoyo, disponga de los recursos de forma directa a través del tesorero del Comité, conforme “al presupuesto disponible”.

Hay aspectos que no se incluyen en las reglas de operación por lo que se desconoce, por ejemplo, los criterios o requisitos que requieren de aplicar los padres de familia para contratar al personal docente que trabajará en el horario extendido. ¿O será que los padres de familia van a contratar al docente que les sea más simpático, aunque no sea el que tenga el mejor perfil profesional?

¿Cuánto se les debe de pagar a los maestros y al personal directivo por dos o tres horas más de trabajo? ¿Durante el tiempo que se desempeñen su trabajo frente a grupo siguen vigentes sus derechos laborales? ¿Van a cobrar por honorarios profesionales?

Y lo más interesante: ¿Cuál va a ser el papel del sindicato entre los maestros que laboren en el horario extendido?  ¿A poco la organización sindical va a quedar en calidad de florero?

Ahora bien, por lo que se refiere a los trabajos que desarrolla la autoridad educativa para elaborar los planes y programas de estudios, no han sido pocos los especialistas que han dicho que la SEP solo está empeñada en diseñar un trabajo de corte ideológico, ajeno a lo que es un verdadero modelo educativo.

Y en todo esto hay que observar que al paso que va la autoridad educativa lo más seguro es que aplique sus nuevos planes y programas de estudio en el último año del sexenio, igual que aconteció en el sexenio de Enrique Peña Nieto, en tanto que en la mayor parte del sexenio la autoridad educativa priísta se la pasó enfrentado con las bases magisteriales que por siempre repudiaron la controversial evaluación “punitiva”.

En lo que toca a las relaciones entre la autoridad educativa y la dirigencia nacional del SNTE lo único que se aprecia es que cada instancia camina por su lado, y esto fue más que evidente cuando al  principio de esta semana el jefe de la Unidad de Administración y Finanzas de la SEP , Oscar Flores Jiménez dio a conocer durante la conferencia mañanera en Palacio Nacional que a la fecha han sido basificados 500 mil trabajadores de la educación, cifra que no coincide con la información que ha venido manejando el dirigente nacional del SNTE, Alfonso Cepeda Salas, en el sentido de que en el actual sexenio han sido basificados 650 mil trabajadores de la educación.

¿Quién estará diciendo la verdad? Pónganse de acuerdo.

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