Por: Carlos Blanco López
El sistema educativo nacional inicio el ciclo lectivo 2022-2023 de manera inercial con el esfuerzo y vocación del personal docente, mientras que la titular de la SEP saliente, Delfina Gómez, como la entrante, Leticia Ramírez, posaban para la foto, felices, felices. en la mañanera, abrazadas por el presidente López Obrador, quien le deseaba lo mejor a su tercera secretaría de Educación, dentro del contexto en que algunos especialistas consideran que México vive un caos educativo con tres planes de estudio vigentes para educación básica.
Bajo este escenario las maestras y los maestros van a enfrentar una serie de disposiciones que les van a complicar el panorama, como el hecho de iniciar el nuevo ciclo escolar con tres planes de estudio, el del 2011, el del 2017, y ahora el de 2022, lo cual no facilita el trabajo de los maestros.
En primero y segundo de primaria van a trabajar con el modelo del 2017, luego tercero, cuarto, quinto y sexto trabajan con el modelo del 2011, lo que significa, nada más por observar un detalle, que los maestros de tercero de primaria recibirán en las aulas en este año a alumnos que aprendieron con el modelo 2017, pero ahora tendrán que adaptar a sus alumnos al modelo del 2011.
A todo esto, habrá que sumar que al magisterio se le redoblarán las cargas de trabajo con las campañas que impulsan las autoridades educativas y la dirigencia nacional del SNTE para contribuir, cada instancia por su lado, a reducir el rezago educativo e incorporar a los cientos de miles de alumnos que desertaron del aula por la pandemia.
Según esto la SEP, sin haber hecho un diagnóstico previo sobre los daños que causó la pandemia, acaba de poner en marcha la estrategia Nacional para Promover Trayectorias Educativas Continuas de Excelencia, en la que las maestras y a los maestros tendrán una tarea a realizar.
De manera paralela el SNTE puso en marcha la campaña “Todas y todos en la Escuela”, en la que se incluye la convocatoria “Comparte tu experiencia, todas y todos en la escuela, buenas prácticas e innovación en la docencia”, en la que obviamente el personal docente tendrá que llevar a cabo una tarea adicional a su responsabilidad frente a grupo.
A esto habrá que agregar la carga administrativa tradicional para medir el desempeño y avances de los alumnos.
No sería mejor y más sensato que la SEP y el SNTE se pongan de acuerdo en cuanto a los alcances de las campañas que emprenden, de tal modo que el magisterio no padezca excesivas cargas de trabajo y se distraiga de su función sustantiva que es la de enseñar a sus alumnos.