Marcos considera que el presidente AMLO; “tuvo el autoritarismo de Díaz Ordaz y la perversidad de Salinas”

Chiapas. – “Ah, la adrenalina del Poder.  Es como con la paga: no importa cuánto tengan, siempre quieren más.  Embriaga y crea adicción.  Claro, luego viene la resaca… cuando llega”.

La aseveración anterior, es el primer párrafo de un comunicado más, escrito desde las montañas del Sureste Mexicano este mes de agosto por el ahora Capitán Marcos.El comunicado continúa afirmando que: “En el largo y complicado viaje del gobernante, cualquiera que sea, lo que importa es el destino.  Y, contra lo que se pueda pensar, el destino no es llegar a algún sitio.  No, el destino es pasar a la historia como el brillante e histórico conductor que es el Supremo”.

El Capitán Marcos, refiriéndose sin mencionarlo al presidente Andrés Manuel López Obrador, añade que: “Todas las mañanas, enciende el limpiaparabrisas del vehículo que algunos llaman todavía “Nación”.  Aparta así la multitud de insectos y suciedad que se ha adherido al cristal.  Que nada opaque o deforme su visión del camino, ni las letras doradas que habrán de enaltecer la historia patria o, mejor aún, la mundial”.

Además, refiere: “Que los insectos sean cadáveres y ausencias, no importa.  Que la suciedad sea sangre y las rocas que arroja la realidad, tampoco.  Que nada detenga su avance”.

Marcos también pregunta: “Y cuando su turno al volante termina, ¿qué queda?”.

“Porque a nadie parece importarle a dónde conduce esa carretera y, sobre todo, quién es el dueño del vehículo.  Porque ¿no es él quien decide a dónde, con quién, a qué velocidad y con cuáles pasajeros se hace ese viaje?”, cuestionó el dirigente guerrillero.

En su posdata, Marcos pidió “No olvidar que Chalco, hace más de 30 años, era la joya emblemática de Carlos Salinas de Gortari y de su programa “Solidaridad”, antecedente intelectual y práctico de los programas de “Bienestar”.  Con lo que ahora se padece en ese lugar, ¿dónde está Salinas de Gortari para dar cuentas?  Los súbditos de hoy, ¿estarán para dar cuentas en las previsibles catástrofes en las que desembocarán sus megaproyectos del “Bienestar”?”.

Subrayó que: “Los opositores conservadores fueron “adversarios”. ¿Y quiénes se rebelan y resisten al sistema? Ah, ésos sí eran (y son) enemigos.  Merecían y merecen la muerte, el desprestigio y el olvido.  O todo junto.  Por eso el olvido, la impunidad y la ignorancia frente al asesinato del hermano Samir Flores Soberanes y todos los guardianes de la Tierra asesinados, desaparecidos y encarcelados en la llamada “revolución de las conciencias”.

Asimismo, precisó que: “No importa el nombre, es lo mismo.  Basta una mirada serena para entenderlo.  Claro, eso si se quiere entender y no sólo confirmar fobias y filias personales (gratuitas o pagadas)”.

Sebastián Guillen Vicente, como fue identificado por los órganos de inteligencia del Estado Mexicano, refirió que: “En el oficialismo no todos son iguales, es cierto.  Los hay criminales impunes, que ya lo eran en el PRI, el PAN, el PRD, el PT y el PVEM antes de brincar al oficialismo; o como el futuro encargado de Educación Pública (Mario Delgado Carrillo). Y los hay quienes son simplemente estúpidos, como el paradójico Marx Arriaga (director de Materiales Educativos de la SEP)”.

El encapuchado remarcó que, “El error que se cometió antes del “beneficio de la duda”, se repite.  Quienes nos criticaron por no apoyar y criticar el cambio de piel de la víbora, fueron los más ferozmente atacados por su defendido.  Ahora lo vuelven a hacer, amparándose en que “es mujer”.  Hombre, mujer, otro, no importa.  Allá arriba está el problema, no la solución.  Si no miran hacia abajo, seguirán tropezando con la misma piedra.  Y eso ya sería patológico.  El oficialismo no busca apoyo, sino complicidad”.

Aseguró que: “Tuvo el autoritarismo de Gustavo Díaz Ordaz; el nacionalismo de cartón piedra de Luis Echeverría Álvarez, la demagogia corrupta de José López Portillo, la mediocridad administrativa de Miguel de la Madrid, la perversidad de Carlos Salinas de Gortari, la vocación criminal de Ernesto Zedillo, la ignorancia enciclopédica de Vicente Fox, el militarismo y la mecha corta de Felipe Calderón, y la frívola superficialidad de Enrique Peña Nieto.  ¿Quién es?  Ah, y la corte de aduladores de todos ellos.  Cambian los presidentes, cambian las nóminas.  Lo del autoelogio y lo chillón, sí es parte del “estilo personal de gobernar”.

En una segunda posdata, el Capitán Marcos, indicó que: “La estrategia de la mal llamada oposición de “no a la sobrerrepresentación”, no busca el inexistente, desde hace décadas, equilibrio de poderes.  Lo que quieren es elevar el precio de venta de sus decisiones en las cámaras.  Lógica de mercado, pues”.

Señaló que: “La supuesta “defensa” del Poder Judicial no es sino una autodefensa.  Los criminales tienden a unirse cuando se ven amenazados.  Lo que está en juego no es la autonomía de los jueces, sino quien maneja el negocio de la compraventa de la justicia”.

“Los autores intelectuales de “la unidad opositora” no explican el fracaso.  Los errores los pagan otros, no ellos, así que no hay problema.  La derrota de Bertha (Xóchitl Gálvez Ruiz) demuestra que el asunto no es de género ni de columnas de “especialistas”, sino de aparato.  Y ése ya se los arrebató el oficialismo hace seis años seis”.

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