Por: Carlos Blanco López
Da la impresión que la denominada Escuela Mexicana que se impulsó al principio de este sexenio extravió la brújula, debido a que si con la construcción de ese modelo educativo se buscó atinadamente volver a colocar en el primer plano asignaturas como el Civismo y la Ética, o la materia de Historia, ahora resulta que en los documentos elaborados por la Dirección General de Desarrollo Curricular se plantea “pasar de la impartición de las asignaturas”, a un modelo organizado por cuatro campos formativos: lenguajes; saberes y pensamiento científico; ética, naturaleza y sociedad, y de lo humano a lo comunitario.
Todavía en febrero del 2020 el entonces secretario Esteban Moctezuma explicó que Civismo, Ética y Valores serían nuevas asignaturas en el currículo de la educación básica “porque tecnócratas irresponsables, quitaron el Civismo”.
En realidad, el Civismo no había desaparecido del currículo como tal, sino que se impartía prácticamente en un segundo plano en el área de ciencias sociales, y lo que hizo el secretario Moctezuma fue revalorar la importancia dicha asignatura para forjar mexicanos de sólidos valores cívicos.
Ahora el director de Desarrollo Curricular de la SEP, Marx Arriaga, pretende acabar con las asignaturas, entre ellas, por ejemplo, Civismo e Historia, e integrar esas materias en “campos formativos” o áreas, tal y como aconteció durante el sexenio del priísta Luis Echeverría cuando se realizó una amplia reforma educativa que incluyó que las “asignaturas se conjuntaran para trabajar por áreas”.
Tal pareciera que los trabajos que realiza Marx Arriaga, en su carácter de director de Desarrollo Curricular en la SEP no arribarán a buen puerto, y no porque así lo diagnostiquen analistas de la “oposición”, sin porque así lo auguran incluso destacados politólogos morenistas como Gibrán Ramírez Reyes, el cual alerta que la SEP busca desaparecer la Historia y el Civismo.
Según Ramírez Reyes, quien en el 2020 contendió como aspirante a la dirección nacional del partido Morena, los trabajos que realiza Marx Arriaga para reformar los planes y programas de estudios de la SEP culminarán en un completo fracaso porque además de que no parten de la realidad, son un revoltijo teórico.
A esos comentarios poco optimistas habrá que añadir la decisión de la SEP de dejar de transmitir en vivo en las redes sociales de la dependencia, las asambleas de análisis para hacer modificaciones a los libros de texto y reformar los planes y programas de estudios.
De acuerdo con Patricia Gánem Alarcón, exsecretaria Técnica del Consejo Nacional de Participación Social en la Educación de la SEP: “Estas reuniones son una especie de legitimización de los planes y programas y libros de texto que ya se tienen ..No entiendo la lógica de transmitir asambleas y luego interrumpirlas. Esto habla de la poca seriedad e informalidad de lo que se hace …se están haciendo reuniones cerradas, pero son pequeños grupos y no sabemos si los que asisten son verdaderos maestros”, concluyó.
En el documento elaborado por la Dirección General de Desarrollo Curricular, alusivo al cambio curricular, se puntualiza que no serán afectados los maestros contratados por asignatura.
Sobre este último punto habrá que observar cuál es la postura del SNTE ante el tema de los maestros contratados por asignatura y sobre todo: cómo lo resuelve. Cuáles argumentos serán más convincentes, los de Alfonso Cepeda Salas, el dirigente de un sindicato con una membresía de más de un millón 800 mil trabajadores, o los de Marx Arriaga, un funcionario que goza de la cercanía y amistad de Beatriz Gutiérrez Müeller, la esposa del Presidente de la República, que desde el principio de su sexenio avaló la construcción de la Nueva Escuela Mexicana.