Ni con el anzuelo de que ya no habrá colegiaturas se resuelve el problema en el CIDE.

Ni con la promesa hecha por la directora del Conacyt, María Alvarez-Buylla, de que a partir de año próximo el Centro de Investigación y Docencia Académica (CIDE), ya no cobrará inscripción ni colegiaturas, la comunidad estudiantil ha cedido a su demanda de rechazar la designación de José Romero Tellaeche, como director de esta institución,

Desde que fue designado como director interino en agosto pasado Romero Tellaeche se dedicó a emprender una serie de medidas que inconformaron tanto al personal académico como a los estudiantes.

En cuatro meses el director interino destituyó a la doctora Catherine Andrews de la secretaría Académica, quien se negó a suspender las Comisiones Académicas Dictaminadoras, porque ya estaban programadas con semanas de anticipación, tal y como se plantea en el reglamento, a lo que Romero Tellaeche calificó como un acto de “rebeldía”.

Mas tarde destituyó a Alejandro Madrazo Lajous, de la región centro del CIDE, con sede en Aguascalientes, por pérdida de confianza, como resultado de que el directivo emitió declaraciones en contra del gobierno federal.

Entre otras cuestiones que no le perdonan a Romero Tellaeche es que calificó al CIDE de neoliberal y señaló que los alumnos son “esponjas” que únicamente absorben lo que sus maestros quieren.

Los problemas internos dentro del CIDE comenzaron a partir de la propuesta del presidente López Obrador de desaparecer diversos fideicomisos públicos del Gobierno, decisión que culminó en un decreto publicado el 6 de noviembre de 2020 por el cual se extinguieron en total 109 fondos y fideicomisos.

Dentro de estos fideicomisos desapareció el Fondo de Cooperación Internacional en Ciencia y Tecnología del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), que era utilizado por el CIDE para administración y pago de proyectos de investigación, becas para estudiantes, compra de equipos de cómputo, entre otras cosas.

También afectó al personal docente porque alteró el pago de sus estímulos que son parte de su contrato colectivo.

Bajo este escenario diversas personalidades e instituciones de educación superior tanto del sector privado como públicas han expuesto la necesidad de que el problema que se vive al interior del CIDE, que mantiene paralizadas sus actividades administrativas y académicas, se resuelva a través del diálogo.

Lo han manifestado así en las últimas horas las autoridades de la UNAM, del Tecnológico de Monterrey y el Sistema Universitario Jesuita, propietaria de los diversos campus con que cuenta la Universidad Iberoamericana, en diversas entidades del país.

A propósito de la postura del Tecnológico de Monterrey hay que tener presente que una de las empresas propietarias de esta institución educativa es FEMSA, que preside el regiomontano José Antonio Fernández Carbajal, también propietario de las tiendas Oxxo, que recientemente fueron cuestionadas por el presidente López Obrador, el cual aseguró que pagaban menos luz que una tienda de abarrotes.

El caso es que este día, ante las presiones, por fin la directora del Conacyt, María Alvarez-Buylla, cedió y sostuvo un diálogo con la comunidad docente y estudiantil del CIDE. Habrá que estar al pendiente de los resultados de ese diálogo.

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