Por: Carlos José Blanco López
En el denominado evento “Diálogos por México” organizado por el PRI para comenzar a placear a sus aspirantes a obtener la candidatura presidencial de ese partido poco o casi nada se escuchó sobre el tema de la educación en el primer día del evento en el que participaron José Ángel Gurría, Beatriz Paredes, Alejando Murat e Ildefonso Guajardo.
El ex secretario de Hacienda y ex presidente de la OCDE, José Ángel Gurría, ninguna mención hizo al tema educativo, lo más relevante que llegó a decir en materia política y que evidenció que anda con la brújula extraviada fue que era necesario reconstruir la denominada Alianza por México, cuando es un hecho que ni el PAN ni el PRD querrán acercarse al PRI mientras este siga siendo conducido por Alejandro Moreno, el cual, ante el temor de terminar en la cárcel, apoyó a los legisladores de Morena en su iniciativa de mantener al ejército en tareas de seguridad civil hasta el 2028.
La ex gobernadora de Tlaxcala, ex diplomática y actual senadora, Beatriz Paredes, reiteró su interés en conseguir la postulación del tricolor para la presidencia, pero demandó democracia interna para seleccionar la candidatura priista. Tampoco habló nada sobre el tema educativo.
El ex secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, recalcó que la educación mexicana se ha quedado anquilosada, porque se pierde el tiempo en discutir el contenido ideológico, en lugar de beneficiarnos de las nuevas tecnologías.
En esa misma tónica de caer en lugares comunes y exponer frases huecas, el gobernador de Oaxaca, Alejando Murat, pidió ante los priistas reunidos en el auditorio Plutarco Elías Calles, ubicado en las instalaciones centrales del PRI, que es necesario crear una atmosfera propicia para el diálogo, la competitividad y la calidad de vida.
Murat podrá hablar de la atmosfera propicia para el diálogo, porque el sí sostuvo a lo largo de su mandato una estrecha cercanía con el presidente López Obrador que culminó recientemente con la entrega del gobierno de ese estado al senador morenista Salomón Jara.
También esa “estrecha” relación que prevalece entre Alejandro Murat y López Obrador fue muy notoria cuando en el 2020 circuló el rumor de que el político nacido en Ixtepec e hijo del icónico José Murat podría arribar a la titularidad de la Secretaría de Educación Pública.
Por el formato y los ponentes que participaron en esos “Diálogos por México”, que de diálogos no tuvieron nada porque no hubo intercambio de comunicación entre los ponentes y el público presente, es más que evidente que a la actual dirigencia del PRI que encabeza Alejandro Moreno poco o nada les interesa la educación, ni mucho menos entrar en una real competencia con Morena por la Presidencia de la República en el 2024.
Ese tipo de eventos tan solo aportan elementos al presidente López Obrador para burlarse de la oposición y comparar a sus aspirantes presidenciales con el comediante youtuber mexicano Chumel Torres.
La oposición, salvo sus valiosas excepciones, sigue sin entender que más que organizar eventos acartonados como Diálogos por México, en donde al más puro viejo estilo de hacer “política” solo se escuchan frases comunes y datos sobre lo mal que va la economía, las finanzas, la terrible inseguridad pública, la pésima política que se aplica en el sector salud, pero nada se dice de interés y que entienda ese pueblo “bueno” que sigue ciegamente al presidente López Obrador.
Nada se escucha que contribuya a difuminar, a sanar, ese resentimiento que le llega hasta la médula a ese pueblo bueno que simpatiza por el político nacido en Macuspana creyendo erróneamente que López Obrador es un enviado celestial.
Y así seguirán las cosas mientras los dirigentes de la oposición no logren entender que necesitan hacer contacto con las clases más desprotegidas. Entender sus necesidades, dolencias y aspiraciones.