Culiacán, Sinaloa. – La Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) ratificó este miércoles el paro indefinido de labores y la suspensión de clases en todo el estado de Sinaloa, que inicio a partir del pasado lunes 7 de octubre.
A través de un comunicado, la Casa Rosalina reiteró el paro y señaló que el Gobierno del Estado ha sido indiferente ante la búsqueda de la UAS por una reconciliación.
“La UAS se va a un paro indefinido de labores ante la indiferencia del Gobierno del Estado de buscar una reconciliación, a pesar de haberlo solicitado la misma presidenta de México”, se puede leer en el comunicado.
Después de que un juez separó de su cargo al encargado del Despacho de la UAS, Robespierre Lizárraga Otero, por el supuesto desvío de recursos públicos, su suplente, Candelario Ortiz Bueno convocó a un paro de labores indefinido el lunes 7 de octubre.
Ortiz Bueno acompañado de una comitiva, presentó un documento en Palacio Nacional sobre la situación en la Universidad, para buscar el apoyo de la presidenta de México Claudia Sheinbaum.
En tanto, el gobernador Rubén Rocha Moya sostuvo que la suspensión de labores académicas y administrativas en la UAS es ilegal, mientras no sean los tribunales laborales que lo determinen e instó a la comunidad estudiantil a no hacer caso del paro y volver a las aulas
Asimismo, en su mensaje, Ortiz Bueno declaró que esto es en respuesta a lo que ellos consideran como un atropello, por la reforma a la ley Orgánica de la UAS sin consentimiento de sus autoridades.
Por otra parte, el abogado Milton Ayala Vega, aseguró que los atropellos dirigidos hacia la institución, así como las decisiones para destituir a los dirigentes de la UAS, han provocado este paro laboral.
Pese a la suspensión de labores presenciales, el paro es considerado “activo”, lo que significa que los maestros continuarán manteniendo cercanía con los estudiantes.
A través de tareas, trabajos y otras dinámicas educativas, los docentes siguen apoyando a los alumnos a pesar de las circunstancias, con el objetivo de mitigar cualquier impacto en su educación.
Según las declaraciones de Ayala Vega, no ha habido un verdadero esfuerzo por parte de las autoridades para establecer un diálogo, y que las decisiones del Gobierno del Estado, junto con los tres poderes del Estado y la Fiscalía, han trastocado la vida interna de la universidad.
El conflicto se centra en la destitución de los líderes universitarios, que, según Ayala Vega, afecta directamente la gestión de la UAS y sus actividades esenciales, como la emisión de títulos y la organización de las clases.