Por: Carlos Blanco López
Los comentarios que hizo Salomón Jara, el candidato morenista de la coalición Juntos Hacemos Historia, ante un grupo de comerciantes oaxaqueños radicados en Los Ángeles, California, descalificando a la sección 22, acusándola de incurrir en un crimen al ofrecer a sus alumnos una formación académica de las más atrasadas, son una prolongación de la animadversión que siente por el secretario General de esa gremial, Eloy López Hernández, que en el pasado proceso de selección de candidato a la gubernatura de esta entidad se alineó por la precandidata Susana Harp Helú.
Las diferencias entre el candidato morenista Salomón Jara con la dirigencia de la sección 22 se remontan al año pasado cuando con el apoyo del vocero de esta gremial, Wilbert Santiago Valdivieso, Erangelio Mendoza, Rogelio Vargas Garfias y Ezequiel Rosales Carreño, intentaron sin éxito apoderarse del control de esta central sindical, que el próximo 25 de abril iniciará el proceso que habrá de culminar con la renovación del mando sindical, mediante la dinámica electoral de “usos y costumbres”.
Originalmente era un secreto a voces que la candidata preferida del presidente López Obrador era Susana Harp Helú, sobrina del poderoso empresario Alfredo Harp Helú, sobre todo después de que el entonces senador Salomón Jara, como delegado del CEN de Morena en Guerrero se alió con Irma Eréndira Sandoval, secretaria de la Función Pública, para imponer a su hermano Pablo Amilcar como candidato a gobernador, sabiendo que el aspirante del primer mandatario era Félix Salgado Macedonio.
La precandidatura de Susana Harp se descarriló cuando trascendió que también estaba recibiendo el respaldo del presidente Felipe Calderón interesado en “defender muchos de sus negocios que tiene en Oaxaca, como las empresas eólicas y la minería”.
La línea discursiva que aplica el candidato Salomón Jara para desacreditar a la sección 22 se orienta a presionar a Eloy López Hernández, con la finalidad de generar las condiciones que requiere para que en el próximo relevo de la secretaria General arribe un dirigente afín a su proyecto político, lo que a todas luces no va a lograr; López Hernández y su grupo político, por cuestiones elementales de sobrevivencia política, no lo van a permitir.
Tampoco habrá que descartar que Salomón Jara busque negociar con la dirigencia de la sección 22, el apoyo incondicional a su proyecto político, a cambio de introducir en la próxima ley Educativa que aprobará el Congreso local el Plan para la Transformación de la Educación en Oaxaca (PTEO), elaborado por la disidencia.
El camino de la confrontación que escoge el candidato de Morena al gobierno de Oaxaca para la consecución de sus objetivos pareciera no ser el más recomendable, interpretando que el priísta Alejandro Murat ya decidió entregar la plaza, además de que efectivamente las encuestas revelan que en Oaxaca, Morena registra un apoyo del 41 por ciento sumando a sus aliados PT y PVEM, lo que le da una ventaja considerable sobre los partidos y alianzas de oposición, que alcanzan entre 9 y 16 por ciento de apoyo en la entidad.
Salomón Jara requiere ser más cauteloso en su trato con la sección 22, en primer lugar, porque Eloy López Hernández ya demostró que sigue ejerciendo una gran influencia no solo sobre los 70 mil afiliados a esta gremial, sino porque esta sección cuenta con alianzas con diversas agrupaciones del movimiento urbano popular y campesino, que pueden ser determinantes en las elecciones para elegir al nuevo gobernador de Oaxaca el próximo 5 de junio.
En segundo lugar, porque las preferencias electorales pueden sufrir un giro en contra del partido Morena, sobre todo después de que a principios de año se difundió en algunos medios que el candidato a la gubernatura del partido fundado por López Obrador, “ha recibido apoyos de alcaldes en la zona del istmo de Tehuantepec vinculados también a carteles de la droga”.
Un indicio de que Salomón Jara no las tiene todas consigo se apreció el domingo pasado cuando el partido Morena fue el gran perdedor en las elecciones extraordinarias que se realizaron en siete municipios, resultando derrotado en seis.
La derrota que más resintió Morena fue la de Santa Cruz Xoxocotlán, el cuarto municipio más importante de Oaxaca, donde Inocente Castellanos de la alianza PAN-PRI-PRD y Nueva Alianza derrotó a Tania López Nelio, candidata “impuesta” por Salomón Jara y abanderada de Morena-PT-Partido Verde y Unidad Popular. Así las cosas.