Después del llamado del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, el reclamo de la comunidad de Aquila, Michoacán y el pronunciamiento de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación, la búsqueda en México de los activistas y defensores de derechos humanos Ricardo Lagunes y el maestro de escuela Antonio Díaz. desaparecidos el pasado fin de semana, en la colindancia de los estados de Colima y Michoacán se intensificó.
Agricultores de la región, bloquearon las carreteras en la frontera entre los estados de Michoacán y Colima, para protestar por la desaparición del abogado Ricardo Lagunes y la del maestro de escuela e inspector de zona de Educación Primaria, Antonio Díaz, lider comunalde Aguililla y militante de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación de la sección 18 del Snte.
El gobierno anunció que envió a la zona a soldados, guardias nacionales y aviones para buscar a la pareja, cuyo vehículo acribillado a balazos fue encontrado el domingo en una carretera de la zona, donde los cárteles de la droga están activos.
“Actualmente, se están llevando a cabo búsquedas en tierra y aire en el área”, informó la SEGOB en un comunicado.
Con respecto a los desparecidos, los dos habían estado activos en la lucha contra una enorme mina de hierro en la ciudad de Aquila. De la que los pobladores se han quejado durante mucho tiempo, de que, al ser, una enorme mina a cielo abierto ha causado contaminación, enfermedades por el polvo que se respira y ha provocado violencia en el área, mientras que ofrece pocos beneficios a los residentes.
La ciudad de Aquila se encuentra en el área del estado occidental de Michoacán, que durante mucho tiempo ha sido disputada entre los cárteles de la droga. Los dos activistas desaparecieron el domingo por la noche en la frontera entre Michoacán y el vecino estado de Colima.
Díaz era un líder en la comunidad mayoritariamente indígena de Aquila, mientras que Lagunes había estado involucrado desde meses y años atrás, en la defensa de comunidades en varios estados en disputas de tierras y desarrollo.
En el pasado, los ricos depósitos de mineral de hierro de la zona han atraído el interés de los cárteles de la droga competidores, que han extorsionado a la comunidad minera o se han involucrado directamente en el comercio de minerales.
María de Jesús Ramírez Magallón, esposa de Lagunes, dijo en un comunicado que “el abandono, la exclusión y la desigualdad han mantenido a nuestras comunidades en la pobreza y nos han hecho vulnerables a la dinámica de violencia y decadencia en nuestras comunidades”.
“El objetivo de defensores como mi esposo y el profesor Antonio era cambiar esa realidad, pero a menudo las instituciones (gubernamentales) bloquean ese trabajo, en lugar de ayudar”, escribió.
Una residente de Aquila, que huyó de la aldea después de que su esposo e hijo fueron asesinados el año pasado, describió a Díaz como “alguien que nos ayudó”.
La residente, dijo que los secuestros ocurrieron justo cuando los residentes de la comunidad estaban a punto de elegir representantes para las conversaciones con la mina y el gobierno.
Por su parte, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez, dijo el miércoles que las autoridades de ambos estados habían realizado búsquedas con las que esperan encontrar a estas dos personas vivas, dijo Ramírez.
La oficina de derechos humanos de la ONU pidió a las autoridades que hagan más para proteger a los activistas, “La desaparición de estos dos defensores (de derechos) es algo terrible y alarmante”, según un comunicado de Guillermo Fernández-Maldonado, representante en México de la oficina de derechos humanos de la ONU.
Dijo que a uno de los dos se le había otorgado protección del gobierno, “lo que no impidió su desaparición”.