Cientos de migrantes nicaragüenses, hondureños, ecuatorianos y venezolanos continuaron formados a la intemperie, en las inmediaciones del muro que divide a Ciudad Juárez, Chihuahua, de El Paso, Texas, con el objetivo de que la Patrulla Fronteriza, procese sus peticiones de asilo en Estados Unidos, lo que no les garantiza su estancia en el país vecino.
Desde el domingo pasado, cuando más de mil migrantes llegaron a Juárez en caravana, la fila de centro y sudamericanos a un costado del muro metálico alcanzó hasta un kilómetro de largo. De aprobarse sus solicitudes, se les dejará libres para viajar a la entidad estadunidense donde dijeron tener familiares o amigos que los alojarán mientras se resuelve su situación jurídica, lo que puede demorar hasta tres años. Según la Patrulla Fronteriza, en los últimos días han cruzado sin documentos de Juárez a El Paso más de 7 mil personas de diversas nacionalidades, para realizar trámites migratorios.
En tanto, el Instituto Nacional de Migración (INM) informó que tras el cierre de sus instalaciones temporales en San Pedro Tapanatepec, Oaxaca, una caravana de 10 mil migrantes se dirige de Oaxaca a Chihuahua, Salvador González, titular de la oficina del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, informó que, la nueva caravana busca unirse a los más de seis mil 500 migrantes que han cruzado el río Bravo desde el domingo a la espera de que autoridades estadounidenses les den asilo a unos días de que termine la aplicación del Título 42.
Por su parte, Óscar Ibáñez, representante de la gobernadora de Chihuahua Maru Campos, dijo que le pidieron al INM que les informe sobre la ruta de los migrantes “para estar preparados” ante la contingencia para la llegada masiva de indocumentados.
En cuanto al trámite a realizar, los migrantes tienen que esperar por más de 24 horas su turno para ser recibidos por el gobierno de Estados Unidos y así solicitar el asilo político. Aunque en un inicio se estimaba que eran alrededor de mil 500 migrantes los que llegarían a esa frontera, autoridades de los tres niveles de gobierno estiman que el flujo se seguirá incrementado, debido a que no existe hasta el momento alguna disposición que obligue a Estados Unidos a regresarlos a México
Las autoridades de Texas tomaron medidas ayer para inspeccionar las entradas por un cruce internacional en El Paso, en medio de un repunte en el ingreso ilegal de migrantes a territorio estadounidense. La Policía estatal comenzó a realizar inspecciones a vehículos comerciales, como camiones, procedentes de México, lo que provocó que el tráfico aumentara.
Los controles están permitidos por seguridad vehicular, no por contrabando o migrantes. El Gobierno de Greg Abbott no precisó el porqué de la medida. La frustración aumentó entre los conductores que esperaban para una segunda inspección, tras haber cruzado el puente internacional. La medida sin duda, generó malestar entre los conductores que observaron la lentitud con la que se movían los vehículos.
De acuerdo con las autoridades locales, El Paso se ha convertido en los últimos meses en un destino principal para los ingresos ilegales. Durante el fin de semana pasado, los agentes de la Patrulla Fronteriza registraron más de 7 mil encuentros con migrantes, incluso con un grupo de unas mil personas que llegaron juntas el domingo por la noche. La situación ha brindado un posible anticipo de la dificultad que podrían enfrentar las comunidades fronterizas ante la desaparición de la política de salud pública Título 42, la próxima semana, a menos que un tribunal retrase la fecha.