Sección 22 de Oaxaca menosprecia la democracia

Por: Carlos Blanco López

Inverosímil que los cuadros directivos de la sección 22 de Oaxaca, pilar fundamental de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que tras de 42 años de luchar “por la democratización del SNTE, de la educación y del país”, hayan dejado pasar la oportunidad de renovar su dirigencia seccional mediante el voto libre, directo y secreto de sus 83 mil agremiados, tal y como acontece en toda organización que se precie de democrática, y en cambio optaron por renovar su dirigencia mediante sus “usos y costumbres”.

Así lo acordaron en la asamblea plenaria que realizaron el pasado 9 de diciembre con la participación de “97 personas de los 157 representantes de los órganos de decisión del MDTEO”, en la que definieron también rechazar “las formas y prácticas que pretenden los charros del SNTE”.

Bajo esa determinación de renovar a la dirigencia seccional, que venció el pasado 17 de enero, los trabajadores de la educación de Oaxaca, adscritos a la gremial que lidera Eloy López Hernández, habrán de iniciar el proceso de cambio de directiva seccional, cuando así lo calendaricen, mediante la realización, primero, de asambleas delegacionales, donde los trabajadores mediante el voto directo elegirán a sus delegados, para que en forma posterior dichos representantes elijan en un PreCongreso a cada integrante de su Comité Seccional, incluyendo, claro está, al nuevo secretario general, para que acto seguido presionar al CEN del SNTE, como en años anteriores, para que reconozca los resultados de la elección en el congreso estatutario correspondiente.

Lo trascendente en este contexto es que al MDTEO se le presentó la oportunidad histórica de ofrecer, con el ejemplo, al interior de la CNTE y del magisterio nacional que las maestras, maestros y trabajadores de apoyo y asistencia de la educación de la sección 22 centista de Oaxaca son por vocación y convicción: demócratas; que su lucha de cuatro décadas por democratizar al SNTE, a la educación y al país, nunca fue una simulación, una demanda, un slogan, para reclutar ciegamente simpatizantes hacia la CNTE.

Que todas aquellas batallas que libraron durante 42 años contra los cacicazgos de Carlos Jonguitud Barrios y Elba Esther Gordillo, que incluyó entre otros, el lamentable asesinato de maestros como Misael Núñez Acosta, por democratizar a la organización magisterial más grande y poderosa de México, el SNTE, era auténtica, por cuestiones de principio.

Pero no, lamentablemente los liderazgos de la sección 22 han optado por proseguir renovando su mando directivo seccional mediante el procedimiento de “usos y costumbres”. A qué le temen, si durante muchos años, desde que lograron ganar el Comité Seccional y ser reconocidos por el CEN del SNTE, han demostrado ser el contingente más ideologizado y mejor cohesionado de la Coordinadora.

De haber optado por elegir democráticamente a sus nuevos dirigentes, en el marco del proceso de renovación de comités seccionales, a través del voto libre, directo y secreto de las bases, que se impulsa desde el CEN del SNTE, por presiones del gobierno federal, les habría generado el respeto y hasta la admiración, se podría decir, de cientos de miles de maestros de “corte institucional”, y con base en ello participar con fuerza y legitimidad, con una planilla, en las elecciones que se habrán de convocar en el 2024 para elegir al secretario general del CEN del SNTE, y contribuir a que se consume la democratización de esta organización.

Pero han preferido mantenerse en una ínsula para mantener el “control” y/o defender los derechos laborales y sindicales, como se le quiera ver, de los 83 mil agremiados de la sección 22 oaxaqueña, en vez de embarcarse en un proceso que habrá de llevar gradualmente a la completa democratización del sindicato, y dejar el campo libre, tal vez por otros 42 años más, a los dirigentes “institucionales”, para que sigan marcando el rumbo del SNTE por los siglos de los siglos.

Salvo que, en la máxima instancia de gobierno, que es la asamblea estatal, se reflexione al respecto y se dé marcha atrás a dicho resolutivo de la plenaria, da la impresión de que en la sección 22 se carece de dirigentes demócratas. Qué pena.

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