San Miguel Soyaltepec, Oaxaca. – El Centro de Comunicación Social (CENCOS) de la sección 22 del SNTE-CNTE, exigió la libertad inmediata e incondicional del profesor Francisco Cabrera Hernández, representante del Sector Temascal de la Región Tuxtepec, quien fue detenido en San Miguel Soyaltepec, el pasado fin de semana por elementos de la Fiscalía General de la República (FGR) “de manera arbitraria y con violencia”, cuando se encontraba haciendo deporte con su hijo.
A través de un comunicado, el magisterio disidente expresó que el terrorismo de Estado contra el movimiento social, como vieja práctica para maniatar la lucha organizada, hoy en día se ha desatado hacia quienes a partir de una representación de bases cumplen con el mandato de los resolutivos, acuerdos y tareas por la defensa de los derechos laborales y de la educación pública.
Recordó que, a partir de esa representación democrática emanada en las asambleas delegacionales, los integrantes del Comité Ejecutivo Seccional, han sido objeto de constantes persecuciones, represión, detenciones y hasta desapariciones, tan sólo, por abanderar las acciones de lucha popular o magisterial ante la cerrazón del Estado.
Recriminó que, mientras los grandes delincuentes gozan de impunidad y cobijo de los gobiernos en turno, sus compañeros maestros y camaradas de organizaciones sociales son etiquetados por estar al frente impulsando las demandas legítimas de los trabajadores y del pueblo.
La sección 22, reitero su exigencia, para que la Secretaría de Gobernación, la FGR y el gobierno federal liberen a su compañero de la estructura seccional, porque no representa ningún peligro para el país, su lucha sindical se basa en la definición de las bases democráticas del magisterio oaxaqueño, en contra de las políticas educativas y neoliberales.
Asimismo, lamentó que a más de cinco años de la masacre de Nochixtlán los autores del crimen de Estado no sean detenidos y procesados por la justicia, mientras tanto, el poder del gobierno sigue empeñado en generar distractores o cortinas de humo para no atender las demandas magisteriales lastimando la integridad física y psicológica de los que se atreven a alzar la voz por una mejor política educativa.