Segundo desalojo de migrantes venezolanos del Río Bravo

Chihuahua. – Por segunda ocasión, elementos de las policías municipal y estatal, así como de la Guardia Nacional desalojaron un nuevo campamento de migrantes instalado en la rivera del Río Bravo, horas después del desalojo y retiro del campamento original el pasado domingo.

Haciendo uso de equipos antidisturbios con el fin de evitar lesiones entre sus elementos, ante una posible reacción violenta de los migrantes, la fuerza pública retiró a cerca de 200 migrantes venezolanos de un campamento improvisado en un parque en el barrio de Bella Vista.

En conferencia de prensa el secretario de Gobierno municipal, Héctor Ortiz, dijo que “habrá presencia policial para evitar que vayan al río. Sé que hoy los vemos en otros lugares. Vamos a iniciar un diálogo porque estamos tratando de evitar nuevos asentamientos.

Como se recordará, el pasado domingo, la policía de Juárez y las tropas de la Guardia Nacional de México retiraron un campamento de tiendas de campaña a lo largo del Río Grande en el que se resguardaban cerca de 700 migrantes venezolanos y centroamericanos desde el mes de octubre.

En los momentos de mayor intensidad de dicho operativo, se generó un enfrentamiento entre migrantes y elementos de la fuerza pública del que resultó lesionado un elemento policiaco. Como parte de dicho operativo el gobierno de la ciudad movilizó autobuses al río para que los venezolanos pudieran ir a los albergues. Pero de los 600 expulsados ​​el domingo, solo 94 aceptaron el traslado.

Al respecto, el director de Protección Civil en la zona norte, Mauricio Rodríguez Padilla, calculó que, ante los desalojos, cerca de 200 venezolanos cruzaron a Estados Unidos, lo que sin duda los inhabilitará para solicitar asilo, mientras que otro número importante se quedó en la zona aledaña, ocupando casas deshabitadas o incluso de renta, mientras un centenar optó por acudir a los refugios oficiales o de religiosos administrados por particulares.

El funcionario explicó que varios indocumentados llegaron por propio pie al albergue, pues temían que, si subían a los camiones que llevaron las autoridades, serían deportados a su país. Otros se instalaron en el parque de las Tortugas de Bellavista, sobre el bulevar Bernardo Norzagaray; algunos ocuparon las banquetas del sector, por lo que las autoridades continúan invitándolos a que usen los refugios para resguardarse del frío

Por su parte, Fernando García, jefe de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos con sede en El Paso, calificó la remoción de los migrantes de “inhumana”.

“El BNHR está consternado e inmensamente decepcionado por las acciones de las autoridades mexicanas para desalojar a cientos de solicitantes de asilo venezolanos de la ‘Pequeña Venezuela, un campamento ubicado a lo largo del río Bravo”, dijo García. “Los niños, las mujeres y las familias fueron objeto de violencia y confrontación innecesarias. Como organización de derechos humanos, condenamos la violencia y el uso de la fuerza contra la vida humana, cualquiera que sea el motivo o la entidad que la provoque”.

Hizo un llamado a las autoridades mexicanas para que dejen de usar la fuerza contra personas y familias que buscan en Estados Unidos la seguridad que no pudieron encontrar en sus propios países. Dijo que la organización continuará vigilante para evitar mayor violencia contra los migrantes.

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