SEP, herramienta de AMLO para el 2024

Por: Carlos Blanco López

El proceso que sigue la Presidencia de la República para seleccionar al próximo secretario de Educación Pública delinea perfectamente el estilo de gobernar del principal huésped de Palacio Nacional:

En su gabinete no caben especialistas en determinadas especialidades, ni políticos experimentados, de larga trayectoria, sino colaboradores incondicionales, de comprobada lealtad al 110 por ciento, aunque carezcan de sensibilidad y visión social para entender y resolver la problemática que presentan los habitantes de todos los estratos sociales que integran la nación mexicana. 

Para seleccionar al próximo titular de la SEP el primer mandatario va poner por encima de la educación nacional su preocupación e interés por colocar al frente de esta Secretaría a una titular que le sea fiel y manipulable, útil para operar en los procesos electorales que se avecinan en el 2023 en Coahuila y el Estado de México, y principalmente en las elecciones presidenciales del 2024.

A los funcionarios que sonaban para hacerse cargo de la SEP, como el subsecretario Luciano Concheiro, viejo conocido del presidente López Obrador con el que acuerda asuntos de la SEP en Palacio Nacional, quedó descartado desde el momento en que el jefe del Ejecutivo dio a conocer que al salir Delfina Gómez el relevo será otra mujer.

De Marx Arriaga, el funcionario de escasa experiencia gubernamental cuyo cargo en la SEP de director de Materiales Educativo se lo debe a Beatriz Gutiérrez Müeller, consejera presidenta de la Coordinación de Memoria Histórica y Cultural de México, habrá que señalar que puede sentirse orgulloso de haber sido nominado en la prensa para suceder en el cargo a Delfina. Mención que nunca en su vida se podría haber dado, de no ser por su cercanía con la compañera del primer mandatario.

Al considerar el presidente López Obrador que la próxima titular será una mujer, en las columnas se mencionó como candidatas a Raquel Sosa, directora de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez; Nora Ruvalcaba, ex candidata de Morena a la gubernatura de Aguascalientes; Adela Piña, titular de la USICAMM; Etelvina Sandoval, titular de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación; Rosaura Ruiz, secretaría de Educación del gobierno de la ciudad de México; y Bertha Lujan, presidenta del Consejo Nacional de Morena y madre de la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde Luján.

De última hora a manera de debut y despedida el influyente columnista de El Universal, Mario Maldonado, dio como un hecho que faltaban pocas horas para que asumiera el cargo de titular de la SEP, la directora del Conacyt, Elena Álvarez Buylla, lo que desmintió el presidente López Obrador: “La necesitamos donde está”.

El anuncio que hizo Mario Maldonado fue una maniobra bien calculada para desbarrancar y en buena hora el posible nombramiento de Álvarez Buylla. El periodista comentó en su primicia que la directora del Conacyt “arrastra una serie de acusaciones por corrupción, nepotismo, despidos injustificados y por desahuciar al Sistema Nacional de Investigadores”. Como quien dice, el posible nombramiento recibió un baño de ácido sulfúrico.

De las otras nominadas, Raquel Sosa, a la que un dirigente de la disidencia la apodó como la señora “Sosa Cáustica”, se autodescartó hace unos días al señalar: “No, yo no”. En forma posterior, en ese proceso de descartes, hoy la jefa de Gobierno de la ciudad de México, Claudia Sheinbaum, dio a conocer que su secretaria de Educación, Rosaura Ruiz, no ha sido convocada en Palacio Nacional.

Esto lo hizo la preferida de Palacio Nacional para evitar que la grillen y que la acusen ante el presidente de estar promocionando a Rosaura Ruiz para la SEP con la finalidad de ir copando cargos de gran relevancia con la mira puesta en el 2024, sin el consentimiento del presidente López Obrador.

De haber sido seleccionada Rosaura Ruiz para la SEP ello habría dejado patente que no hay duda en los más mínimo de la lealtad de Claudia Sheinbaum; empero López Obrador, por lo que se aprecia, no quiere soltar ni un solo espacio que le reste poder en el proceso de sucesión: quiere tener el control de todo el tablero.

Nora Rubalcava, de acuerdo a lo que se maneja en los medios, se autopromocionó para que López Obrador la considerara como una propuesta viable para la SEP, sin embargo, entre la militancia de Morena consideran que carece de estatura para el cargo y de méritos al interior del movimiento de renovación nacional.

Quedan entonces Etelvina Sandoval, esposa del ex dirigente de la CNTE, Jesús Martín del Campo y Bertha Luján. La primera cuenta con experiencia en materia educativa y la segunda es una contadora que figuró como titular de la Contraloría del gobierno del Distrito Federal, con López Obrador, del 2000 al 2006.

Son las que quedan en la baraja, pero cuál de las dos, de acuerdo a López Obrador, le garantiza lealtad absoluta.  Tal y como se ven las cosas, dará pena ajena la próxima titular ya que su única función será la de mirar en forma detenida la batuta del director de una orquesta que hasta el momento ha demostrado que la SEP le puede ser útil para ideologizar al pueblo bueno, y no para forjar el crecimiento del país.     

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