Por: Carlos Blanco López
A menos de seis meses de que se registren elecciones en el Estado de México y Coahuila para elegir gobernador hay indicios de que el ejército intelectual del gobierno de la 4T, el SNTE, va a participar en el proceso electoral con profundas divisiones, que contradicen el pronunciamiento emitido por los órganos de gobierno de este sindicato en el marco de su LV Sesión Extraordinaria del Consejo Nacional, en el sentido de que en cuatro años han “consolidado la unidad nacional del SNTE”.
En la entidad mexiquense el partido local del magisterio, Nueva Alianza, liderado por Mario Cervantes Palomino, se sumó a la coalición integrada por el PRI, PAN y PRD, que respalda a la priísta Alejandra del Moral.
En contraste, la denominada Fuerza Turquesa, que encabeza Sonia Rincón Chanona, se comprometió a respaldar a la alianza Juntos Haremos Historia, en la que confluyen Morena, el PT y PVEM, y que lleva como su virtual candidata a la gubernatura a la morenista Delfina Gómez.
De Cervantes Palomino, enfrentado con el todavía dirigente de la sección 36, Rigoberto Vargas Cervantes, por el control del Panal y de un porcentaje relevante del magisterio mexiquense, está recibiendo el apoyo del gobernador priísta Alfredo del Mazo, mientras que la chiapaneca Rincón Chanona sigue siendo leal al dirigente nacional del CEN del SNTE, Alfonso Cepeda Salas.
De acuerdo a lo que considera un asesor político del líder nacional del SNTE, el sindicato “respaldará a Delfina. Con un cascarón, los dueños de Nueva Alianza (en Edomex) –que están alejados de las bases magisteriales—van por su cuenta”.
La dirigencia nacional del SNTE no debe desestimar la estructura organizativa del Panal mexiquense que en las elecciones del 2021 ganó cinco alcaldías y un grupo parlamentario en el Congreso local.
Bajo esta perspectiva habrá que ver lo que sucede el próximo 6 de junio cuando acudan a las urnas los cerca de 50 mil maestros federalizados de la sección 36, bajo un escenario donde las prácticas corporativas se han ido diluyendo ante un panorama informativo donde las redes sociales se han erigido en la principal fuente formadora de opinión pública.
En Coahuila la dirigencia del SNTE tendrá que hilar fino para deshacer los compromisos que había amarrado con el ex subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía Berdeja, quien al no resultar “favorecido” con la encuesta de la dirigencia nacional de Morena, operó políticamente para que el Partido del Trabajo lo postulara como su candidato a gobernador, ante lo cual Morena lo considera un “traidor” especulando que con esa maniobra pretende favorecer al candidato del PRI, Manolo Jiménez.
Todavía en el pasado mes de diciembre, desde la dirigencia nacional del SNTE se hizo correr la versión en los medios de que en los procesos de renovación de las dirigencias seccionales 5, 35 y 38, habían ganado lideres afines a Ricardo Mejía Berdeja, lo que debilitaba la fuerza político electoral de los hermanos Moreira.
Habrá que observar cómo le hace el coahuilense Cepeda Salas para redireccionar el apoyo del magisterio hacia el candidato “favorecido” por la encuesta, el morenista y empresario minero, Armando Guadiana.