El anuncio que hizo la SEP de que se eliminará el programa de Escuelas de Tiempo Completo, en donde los alumnos gozaban de horario ampliado y alimentación, generó una cascada de críticas en contra de la autoridad educativa.
En lo absoluto sorprendió que la ex secretaria de Educación del gobierno calderonista, Josefina Vázquez Mota, alegara que la sepultura de este programa afectará a “4 millones de alumnos”, y recordara que la UNICEF evaluó que el 65 por ciento de los encuestados “consumen o consumían su primer alimento en esas escuelas de tiempo completo”.
Al margen de ideologías y de posturas partidistas habrá que reconocer que las Escuelas de Tiempo Completo fueron de los pocos programas educativos exitosos que se impulsaron durante el gobierno del polémico panista Felipe Calderón.
Pero lo que sorprende es que hasta el momento la dirigencia nacional del SNTE ha evitado hacer comentario alguno, ya sea para avalar en forma definitiva la postura de la SEP, o en su defecto proponer una alternativa para los alumnos, padres de familia y en particular, al personal docente que laboraba bajo las directrices del programa de Escuelas de Tiempo Completo, y que ahora dejará de percibir un ingreso adicional.
De igual forma llama la atención que ningún contingente de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación emitiera un pronunciamiento ante la cancelación de este programa.