Por: Antonio Díaz Herrera
Ciudad de México. – Ante la actual polémica desatada en los medios y redes sociales con respecto a los nuevos libros de texto, iniciada al darse a conocer los borradores del Programa de Estudio 2022, la Asamblea de Coordinación de la sección 10 del SNTE-CNTE, dio a conocer su posicionamiento, que parte de los análisis que ha realizado con la participación de maestras y maestros en conversatorios, talleres, seminarios y en las sesiones de trabajo de su Comisión de Educación, Cultura y Trabajo Comunitario.
A través de un comunicado, detalló que, en primer lugar, con respecto a la Nueva Escuela Mexicana (NEM), se reconoce que en sus planteamientos se incluyen elementos que la CNTE ha trabajado desde hace años en Planes y Proyectos educativos construidos colectivamente de maestras y maestros con sus comunidades en los estados de Michoacán, Oaxaca, Guerrero y Chiapas, entre esos elementos destacan comunidad y comunalidad, pensamiento crítico, educación integral y no por asignaturas, colectividad en lugar de individualismo, evaluación integral y no calificación.
Pese a lo anterior, la Asamblea de Coordinación de la sección 10, consideró que, algunos planteamientos metodológicos de la NEM no emergen de necesidades auténticas de las comunidades y sus maestros, pues no se perfilan hacia la transformación social desde la visión colectiva; tampoco diseña una estrategia de formación teórico práctica colectiva desde la Pedagogía crítica y la Educación popular tal como lo exige una educación emancipadora y liberadora.
Indicó que, la estructura del sistema educativo vertical, jerárquico y autoritario impide que se desarrolle en las escuelas y comunidades la creatividad pedagógica transformadora en el trabajo áulico y comunitario, este muro de control administrativo ha sido un verdadero dique para avanzar en la formación de los ciudadanos que el país merece.
Por otra parte, señaló que, se debe reflexionar que el libro de texto representa sólo uno de los recursos didácticos y educativos que el docente ha utilizado en el quehacer cotidiano, por lo que este debate irascible que ha proliferado en medios de comunicación y redes sociales, “campaña que denunciamos y repudiamos, proviene de grupos empresariales y políticos interesados en destruir la educación pública y dirigirla hacia sus fines ideológicos y de privatización”.
Consideró que la discusión sobre los nuevos libros de texto se debe situar en dos ámbitos: el político-económico y el pedagógico-ideológico.
“Con respecto al ámbito político-económico, se encuentra en medio de dos posicionamientos confrontados ante la carrera político electoral y el control económico del país, de ahí que es lógico entender los ataques exagerados de la derecha que ha impuesto por muchos años sus planteamientos ideológicos en la educación y, por supuesto, en los libros de texto para afianzar un sistema económico basado en la depredación, despojo, enajenación, opresión, explotación y represión. Tampoco olvidamos que la impresión de libros de texto es un jugoso negocio que empresarios como Claudio X González no quieren perder, en este caso, como dueño de la producción de papel Kimberly-Clark. Se calcula por analistas, que las editoriales que diseñaban e imprimían los libros de texto perdieron la mitad de sus ganancias anuales con la decisión del gobierno de hacerse cargo de ese trabajo, de ahí su gran enojo”.
Añadió que, dentro del aspecto pedagógico-ideológico, la imposición educativa de la derecha, se ha basado principalmente en el conocimiento fragmentado, la visión eurocentrista de la Historia de México y del mundo, la definición de las problemáticas sociales a nivel individual y no colectivas, la promoción de una sola forma de composición social y comportamiento personal; la imposición de mecanismos de segregación social aplicando formas de “evaluación” y calificación de los estudiantes y maestros para ese fin, y el establecimiento de contenidos descontextualizados para la preparación de mano de obra barata; en síntesis, las concepciones retrógradas que la derecha quisiera conservar en función de su modelo de educación y de nación.
Enfatizó que, en el marco de la polémica y principalmente ante el hecho de que el próximo ciclo escolar se implantará otro modelo educativo, hace un llamado a las maestras y los maestros a: desarrollar el trabajo de construcción pedagógica colectiva e intracultural que propicie el tejido social de sus comunidades mediante la recuperación de sus saberes en aras de la formación integral de la comunalidad que mire hacia el bien común y el buen vivir sin privilegios, consumismos, violencias ni depredaciones.
Además de poner en práctica los planteamientos de las pedagogías críticas y educaciones populares, así como los planes y proyectos educativos desarrollados por los contingentes de la CNTE; participar desde sus experiencias y saberes, así como desde las construcciones colectivas escolares, en la construcción pedagógica colectiva que desarrolla la Comisión de Educación, Cultura y Trabajo Comunitario de la Asamblea de Coordinación sección 10, a través de Congresos, Seminarios, Talleres, Foros, Encuentros, Conversatorios y Análisis temáticos abiertos, y a defender la educación pública, gratuita y laica y sus conquistas como los libros de texto para todos los estudiantes.