Jalón de orejas para Delfina

Por: Carlos Blanco López

Así lo debe haber sentido la secretaria de Educación, Delfina Gómez, cuando el investigador universitario, Ángel Díaz Barriga, le expuso en un foro organizado por la propia SEP que el proyecto del nuevo marco curricular 2022 para la educación básica debe ser asequible siempre y cuando las autoridades involucren en su discusión a maestros, estudiantes y padres de familia para enriquecer la propuesta.

Como quien dice, hasta la fecha, para Díaz Barriga, el nuevo marco curricular no ha sido “asequible” o no ha sido comprendido o compartido por los maestros porque estos no han sido involucrados del todo en su discusión.

Y si con eso interpretó que le jalaron las orejas, pues con lo siguiente que le expuso Díaz Barriga debe haber sentido que le caía un balde de agua fría sobre la cabeza: “muy pocos docentes conocen la propuesta de modificación hecha por el gobierno cuando las reformas solo tendrán vida y significado si los maestros las enriquecen como parte de una serie de cambios y ajustes necesarios.

Por lo que comenta Díaz Barriga de inmediato se infiere que las Asambleas y los Foros organizados por la SEP para analizar la malla curricular, los nuevos planes de estudios, y los nuevos contenidos para los libros de texto, de muy poco han servido para involucrar al magisterio en dichos trabajos, con todo y que la secretaría Delfina Gómez ha reiterado que la “SEP no tendría razón de ser si no se escucharan las necesidades, críticas y reflexiones del magisterio”.

Más adelante Delfina Gómez debe haber dicho “trágame tierra” cuando el investigador Díaz Barriga le espeto que los currículos de la educación básica deben hacerse en forma deliberativa y tomando como referencia los fenómenos y problemas cotidianos que viven los estudiantes en vez de partir de un contenido rígido y desconectado de la realidad.

Todos estos comentarios le deben haber dolido doblemente a la secretaria de Educación porque el prestigiado Díaz Barriga es de los pocos especialistas que han mantenido una relación cercana con la maestra texcocana, al grado de que el investigador fue uno de los personajes que la acompañaron en el presídium cuando en las oficinas centrales se inauguró el primer diálogo con la comunidad académica, de investigación y especialistas en educación.

Cuando ya no sintió lo fuerte, sino lo tupido, a la maestra ya no le quedó de otra que explicar al auditorio presente en el foro que la SEP no ha presentado una propuesta de marco curricular acabada sino abierta a cambios.

A poco tendrá en mente la titular de la SEP la apertura de nuevas asambleas y foros o alguna otra herramienta comunicacional para recabar la opinión y los aportes que pueda hacer el magisterio para enriquecer la malla curricular, los planes y programas de estudio y los nuevos libros de texto gratuito.

Esperemos que sí, que tenga una carta guardada bajo la manga para que en verdad el magisterio participe de forma determinante en la construcción del quehacer educativo.

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