CNTE no exige que cesen las elecciones sindicales, como dice Milenio

Dentro del contexto en que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) emprende, en una segunda etapa, la realización de elecciones en las secciones 19 de Morelos, 57 de Yucatán, 26 de San Luis Potosí y 24 de Querétaro, en el diario Milenio aparece una nota titulada: “Maestros y petroleros viven día de pugna por liderazgos”, en la que entre otras cuestiones se asegura que la CNTE alista una movilización en la CDMX el 13 y 15 de diciembre para “exigir una elección democrática”.

De a acuerdo con la versión que presentan los reporteros de Milenio, Omar Brito y Alma Paola Wong, en su reciente Asamblea Nacional Representativa la CNTE acordó una jornada de movilización en diciembre para demandar la reanudación de las mesas de diálogo con el titular del Ejecutivo, y exigir, entre otros temas, la democratización del SNTE y que cesen las elecciones seccionales hasta que no haya una reforma estatutaria.

Sin embargo, en la última Asamblea Nacional de la CNTE, realizada el pasado 13 y 14 de noviembre, si bien los 217 delegados, de los 24 contingentes que participaron en el evento, expusieron que la coordinadora “rechaza categóricamente el reglamento para las elecciones de las nuevas representaciones estatales, los estatutos del SNTE, porque no garantizan la más mínima democracia sindical ni mucho menos el piso parejo para los contingentes de la CNTE”, en ningún comento acordaron el cese en las elecciones seccionales.

Tampoco resolvieron que en las movilizaciones que realizarán entre el 13 y 14 de diciembre, entre las que se incluye un plantón, su demanda central girará en torno a la “democratización” del SNTE, más bien sus actividades se concentrarán en la verificación de una “jornada política, pedagógica y cultural”, en el marco del 42 aniversario de la CNTE, en la que sin duda no dejarán de demandar, como lo han hecho a lo largo de todo este año, la reanudación de las negociaciones de la Comisión Nacional Única de Negociación con el presidente López Obrador en Palacio Nacional.

En esta etapa el tema de la “democratización” del SNTE todavía no es un tema de la mayor importancia para los dirigentes de los contingentes más representativos de la Coordinadora, puesto que en sus zonas de influencia los procesos electivos tendrán verificativo hasta el año próximo, no obstante habrá que observar si dichos procesos en las secciones 22 de Oaxaca y la 7 de Chiapas, acatarán los procedimientos del CEN del SNTE para el desarrollo de los eventos, o bien intentarán efectuar los comicios sindicales con base a sus propios procedimientos al margen del voto libre, secreto y directo, como ya se está llevando a cabo en otras secciones del SNTE de corte “institucional”, y traten de recurrir como en el pasado al voto de delegados, así como a la distribución de los espacios de los CES, de acuerdo al peso de cada grupo o corriente, tal y como ocurrió recientemente en la elección del nuevo dirigente de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de Guerrero (Ceteg) de la sección 14, que forma parte de la CNTE.

Por la forma en que se está desarrollando este proceso de elección de las dirigencias seccionales da la impresión que prevalecen vasos comunicantes entre el CEN del SNTE, que encabeza Alfonso Cepeda Salas, y los dirigentes de las secciones 22 de Oaxaca y 7 de Chiapas, esto quedó en evidencia cuando el pasado 25 de noviembre la secretaría de Comunicación de la sección 7 dio a conocer que instruirían a sus bases para que difundieran el documento que emitió el CEN del SNTE en razón del resolutivo de su 53 Sesión Extraordinaria del Consejo Nacional, verificado el pasado 28 de octubre, donde los concejales aprobaron, por unanimidad, aplazar el término de gestión de los Órganos Seccionales de Gobierno Sindical para las Secciones Sindicales 7 de Chiapas, 17 del Valle de México y 18 de Michoacán, cuyo periodo venció en octubre, y esta determinación fue turnada al Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, para la toma de nota correspondiente.

Es probable que entre los dirigentes de la CNTE, exista el temor de que si impulsan un proceso democrático, que necesariamente incluye el voto libre, directo y secreto, otros grupos político-sindicales magisteriales, identificados con los gobernadores, y/o de corte institucional afines a Cepeda Salas, o hasta agrupaciones identificadas con Elba Esther Gordillo, como Maestros por México, o el Movimiento Nacional por la Transformación Sindical, intenten arrebatarles el control de las dirigencias seccionales.

Válido que crean que los gobernadores o el CEN del SNTE puedan meter la mano en los procesos electorales para renovar los mandos seccionales, pero no deberían de temer a los membretes elbistas cuyo poder deja mucho que desear en tanto que ya no cuentan con la estructura y los recursos de que gozaban a manos llenas cuando la maestra se desempeñaba como presidenta del SNTE.

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