Por: Carlos Blanco López
De entre los problemas más graves que ha sufrido el mundo en los últimos dos años ha sido la pandemia producida por el Covid-19, y que, entre otras cuestiones, impactó negativamente el proceso de enseñanza aprendizaje de millones de niñas, niños y adolescentes.
Un alto porcentaje desertó del aula por los problemas económicos familiares y otro tanto padece un complejo rezago educativo.
Pero poco o nada se habla o se sabe de las niñas, niños y adolescentes que quedaron huérfanos de padre y madre, y sin un tutor que los proteja, pero sobre todo de las medidas que está implementando el gobierno federal a través de la SEP para atender este problema y garantizar que los huérfanos de la pandemia puedan ejercer su derecho a la educación.
A la fecha, tras de dos años de que en México se resintió la pandemia, no existe un padrón oficial que devele el número de mexicanos menores de edad que viven en la orfandad, ni una estrategia oficial orientada a cuidar y ofrecerles mejores perspectivas de vida para esos huérfanos.
En un reporte presentado por El Universal al iniciar la semana se narra que 192 mil 500 niños y adolescentes se quedaron en la orfandad a causa del Covid-19, pero que, de ese total, solo 4 mil 835 menores están recibiendo una beca de 800 pesos mensuales, por parte de la Coordinación Nacional de Becas para el Bienestar “Benito Juárez”, y que los más afectados fueron niños y adolescentes, que concentran el 42 por ciento de los apoyos.
Qué tan certera es la cifra que presenta El Universal, se desconoce, porque hay otros datos que indican que el número de huérfanos que presenta este periódico se queda corta. En octubre del 2021 en un análisis elaborado por el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República se mencionó que son 244 mil 500 niñas, niños y adolescentes que en México perdieron a sus padres y abuelos durante la pandemia.
Y que, dentro de los 10 países con el mayor número de muertes a causa de la nueva enfermedad del coronavirus, México se sitúa entre los primeros tres con el mayor número de niñas, niños y adolescentes que han perdido a sus cuidadores primarios o secundarios: papá, mamá, abuelos y otras personas con custodia o que vivían con ellos.
En otro reporte dado a conocer recientemente por el Imperial College of London se asegura que la pandemia en México arrojó un saldo de 215 mil menores huérfanos, y que dicha situación que implica un impacto complejo en la salud emocional de los menores no tiene en México, hasta el momento, una estrategia de atención.
Ante este panorama la nueva secretaria de Educación, Leticia Ramírez, requiere anotar en su lista de tareas la elaboración de un programa que permita atender a los menores que quedaron huérfanos por la pandemia y garantizarles su derecho a la educación, un problema que no se resuelve exclusivamente con becas mensuales de 800 pesos.