Esto de los redoblados ataques contra los cacicazgos que prevalecen en algunas universidades públicas del país desatados por el presidente López Obrador, o el gobernador emecista de Jalisco, Enrique Alfaro, más que dirigidos a poner orden en estas instituciones pareciera que se orientan más a presionar y negociar con esos grupos de poder con la finalidad de doblegarlos para alinearnos y fortalecer sus respectivos grupos políticos.
En el caso del jefe del ejecutivo federal morenista recientemente volvió a alertar acerca de la existencia de corrupción y cacicazgos en universidades públicas, citando que el ex rector de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Raúl Padilla López es “quien pone y quita Rectores a su antojo”.
A los pocos días el gobernador Enrique Alfaro, en respuesta a los dichos del rector de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva Lomelí, sobre que esta administración es la que peor trato presupuestal le ha dado a la casa de estudios en los últimos 30 años, el gobernador jalisciense replicó que sí habrá dinero, pero no para “el grupo de pillos” de la UdeG, con dedicatoria directa para el ex rector Raúl Padilla que controla esta universidad desde hace 32 años.
Del gobierno federal morenista destaca que en septiembre del 2020 se valió de la Unidad de Inteligencia Financiera para aprehender y dictaminar prisión preventiva a Gerardo Sosa Castelán, acusándolo de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, no obstante que el cacique de la Universidad Autónoma de Hidalgo, en la elección presidencial del 2018, había puesto a disposición de Morena su estructura política y a cambio recibió posiciones en el Congreso federal y el de Hidalgo.
La aprehensión del líder del Grupo Universidad de Hidalgo se interpretó como la firme disposición del nuevo gobierno federal morenista de contribuir a erradicar de las universidades los nocivos cacicazgos, no obstante, a la fecha, Sosa Castelán sigue manejando a su antojo, tras las rejas, el rumbo de la Universidad Autónoma de Hidalgo, y operando a favor de su grupo político contando con el respaldo del partido Morena.
Esto fue evidente en las pasadas elecciones federales intermedias del 2021 al lograr acaparar candidaturas a diputados locales en Hidalgo a través de la Coalición Juntos Haremos Historia, con conforman los partidos Morena, Nueva Alianza, Verde Ecologista y del Trabajo (PT).
Bajo ese panorama lo único que se puede interpretar es que el gobierno federal morenista arribó a un acuerdo con Sosa Castelán en el que el cacique proseguirá ofreciendo su apoyo electoral al partido en el poder federal a cambio de que el ex rector de la universidad hidalguense obtenga su libertad cuando se presenten las mejores condiciones.
De las fricciones que prevalecen entre el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro con el cacique y ex rector de la UdeG, Raúl Padilla, al que el emecista acuso de “pillo” se infiere que si en realidad Enrique Alfaro buscará eliminar a ese cacique para sanear la vida académica y administrativa de la UdeG lo propio seria que en vez de señalarlo de ladrón procediera a demandarlo penalmente ante el poder judicial con pruebas irrefutables.
Pero no procede el gobernador Alfaro de esa manera porque tan solo busca presionar y doblegar a Raúl Padilla para que se pliegue en favor de sus intereses político electorales, sabiendo que el cacique de la UdeG, con su partido local “Hagamos” está tejiendo por estas fechas una alianza con el PRI, PAN y PRD para desplazar al partido Movimiento Ciudadano de la Casa Jalisco, y que el candidato de esta alianza a la gubernatura de esta entidad sea el competitivo rector de la UdeG, Ricardo Villanueva Lomelí.
Ya veremos con quien se alinea finalmente política y electoralmente Raúl Padilla: ¿con Morena, con MC o respalda a la alianza PRI,PAN y PRD?